Hombre de cabello corto y canoso con traje azul y corbata mirando hacia abajo sobre un fondo rojo
POLÍTICA

El PSOE se prepara para lo peor con Pedro Sánchez enrocado en su búnker

Aumenta la presión para convocar elecciones ante el miedo a que aparezcan nuevas informaciones

La comparecencia de ayer sirvió a Pedro Sánchez, sobre todo, para mandar un mensaje inequívoco a nivel interno: aquí no se rinde nadie. Aunque en las últimas semanas había aumentado la presión para convocar elecciones anticipadas, Sánchez lo descartó. Ni siquiera el escándalo de Santos Cerdán ha servido (hasta ahora) para convencerle.

Hombre con traje oscuro y corbata azul frente a un fondo rojo con el logo de PSOE y un corazón blanco

Aunque todo podría cambiar en los próximos días. Si algo tienen claro en los corrillos de Madrid es que esto solo ha sido la punta del iceberg, y que la semana que viene aparecerán nuevos audios a cual peor. En Ferraz se extiende la consigna de prepararse lo peor, con Pedro Sánchez parapetado en su búnker.

Pese a su insistencia por agotar la legislatura, en el PSOE ven muy difícil aguantar en esta situación hasta 2027. El principal temor es que las generales afecten a las municipales y las autonómicas. Por eso aumentan la presión para que el Presidente acabe con la agonía y convoque elecciones.

Sánchez rompe con Ferraz

Pedro Sánchez ya lo hizo en 2023 y le salió bien, pero esta vez no quiere tentar a la suerte. Además, las encuestas son claramente desfavorables para la coalición de Gobierno. Así que ahora ha adoptado una estrategia más conservadora consistente en sobrevivir a toda costa para ganar tiempo.

Si en los próximos días aparece más porquería, Sánchez bajaría la posibilidad de plantear una moción de confianza para reforzar la alianza de gobierno. Pero en ningún momento se plantea rendirse. Esto profundiza la distancia entre Pedro Sánchez y el resto del partido, e incluso de su Gobierno.

Pedro Sánchez siempre ha basado su poder en el personalismo, apoyándose en el partido y el Gobierno solo de vez en cuando y de forma estratégica. En las últimas horas, esto se ha pronunciado mucho más. Pedro Sánchez se ha enrocado en su núcleo duro, formado por personas de confianza al margen de las estructuras orgánicas e institucionales.

Un hombre con gafas y traje oscuro habla en un podio con el logotipo de la Generalitat de Catalunya.

La aparición del informe de la UCO evidenció por primera vez la ruptura entre Moncloa y Ferraz. Sánchez reprochó la falta de unidad ante las dudas planteadas por parte de pesos pesados como María Jesús Montero y Félix Bolaños. Fuentes internas aseguran que ayer se rompió el fino hilo que aún sujetaba la cúpula del PSOE a Pedro Sánchez.

El Presidente está solo

El Presidente está dispuesto a capear la crisis con su núcleo de confianza de espaldas a las presiones del partido. Es consciente de que la situación actual beneficia a los sectores que hace tiempo que sueñan con apartarle. El ‘viejo PSOE’ ya ha presentado a Eduardo Madina como su candidato para desplazar a Sánchez e iniciar una nueva etapa.

El plan de este sector consiste en dar un giro de 180 grados a la estrategia del PSOE: abandonar los extremos y a los independentistas para fraguar la Gran Coalición con el PP y recomponerse a la sombra de un Gobierno en minoría de Feijóo.

Carles Puigdemont en primer plano saludando con cara sonriente

Sánchez está más solo que nunca, y el apoyo inquebrantable de sus socios estratégicos es su última baza para sobrevivir. ¿Le bastará? En el PSOE y en el Gobierno creen que no, y que tendrá que tomar decisiones más drásticas para superar la crisis. Pero Pedro Sánchez hace ya tiempo que hace oído sordos, y a partir de ahora entra en un terreno aún más vertiginoso.

Muchos dieron ayer por sentado que Sánchez había salvado el match ball y que agotará la legislatura. A estas horas no está nada claro. Los próximos días serán clave, aunque cada vez parece más difícil que Sánchez solo vaya a poder con todo esto.

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