Estudiantes sentados en un aula tomando un examen, concentrados en sus escritorios.
POLÍTICA

La Generalitat ya prepara el terreno para otra debacle en el sistema educativo catalán

La consejera de Educación avanza que los resultados no serán los esperados

La educación es el reflejo del fracaso de los gobiernos procesistas durante la última década en Cataluña. El buenismo impuesto por los lobbies educativos han conducido al desastre. Todos los intentos por reconducir la situación están siendo vanos, y el nuevo gobierno se pone la venda antes de la herida.

La consejera de Educación, Esther Niubó, ha reconocido que los resultados de las pruebas de competencias básicas de este curso vuelven a reflejar una caída continuada en el nivel académico de los estudiantes catalanes.

Mujer de cabello oscuro y lacio con chaqueta roja sonriendo frente a un fondo desenfocado

Esta tendencia, que se remonta al año 2015, se mantiene estable. de las.

Medidas para revertir la situación

La consellera ha subrayado que mejorar los resultados educativos es una prioridad para el Govern durante esta legislatura. Para lograrlo, quieren poner el foco en las materias instrumentales, como lengua y matemáticas, y mejorar la formación del profesorado.

También se ha encargado a la Agencia de Evaluación y Prospectiva de la Educación un análisis exhaustivo de los centros educativos. Quieren identificar las necesidades específicas de cada uno.

Una de las causas que se considera clave en esta situación es la elevada rotación del personal docente. Para afrontarlo, el Departamento de Educación se ha comprometido a estabilizar las plantillas y reducir la interinidad.

Esto se llevará a cabo mejorando los criterios de adjudicación y adelantando el calendario para que los centros dispongan de los equipos docentes con antelación. Así como revisando la catalogación de la complejidad de los centros, con el fin de asignar los recursos de manera más eficaz.

La Fundación Bofill hace propuestas

La situación ha sido abordada por la Fundación Bofill, el lobby educativo responsable del fracaso escolar en Cataluña. La fundación ha detectado que el 90% de los alumnos con bajos resultados en primaria mantienen un bajo rendimiento en la ESO. Esto genera una especial preocupación.

Pese a haber destrozado el sistema educativo catalán con sus innovadores planteamientos pseudopedagógicos, la Fundación Bofill vuelve a dar su receta para solucionar la situación. Proponen la reducción de los grupos en clase, programas de apoyo educativo fuera del horario lectivo, y una distribución más equitativa de los recursos docentes y económicos entre los centros.

El problema afecta especialmente a los centros con mayor complejidad social. Los alumnos de estos centros obtienen peores resultados en las pruebas de competencias básicas.

Las calificaciones no son tan importantes

Ismael Palacín, director de la Fundación Bofill, advierte que es un error juzgar la calidad de los centros únicamente por las calificaciones. Para él, la situación socioeconómica del alumnado influye de manera significativa en el rendimiento académico. Esta es una máxima que han venido repitiendo todos estos años.

Personas sentadas en un aula mirando hacia una pantalla, con un cartel de la Fundació Bofill superpuesto.

Creen que para revertir esta tendencia, es necesario un enfoque centrado en el alumno, con un seguimiento intenso de sus carencias y fortalezas. Esto requiere una política de recursos que permita una atención individualizada y adaptada a las necesidades de cada estudiante. Dicen que solo así se podrá mejorar realmente el nivel académico y garantizar una educación de calidad para todos.

La realidad es que la Fundación Bofill ha destrozado la cultura del esfuerzo en el sistema educativo catalán, y de aquí vienen los problemas. Se ha sustituido el conocimiento por las sensaciones y la exigencia por la subjetividad. Esto ha conducido a la situación donde estamos ahora, que como apunta la consejera parece que irá a peor.

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