Geert Wilders se hace un selfie sonriendo junto a otros miembros de su partido, celebrando los buenos resultados en las elecciones
POLÍTICA

Prohibir el corán y cerrar mezquitas: así es el ganador de las elecciones en Holanda

Geert Wilders arrasa con la promesa de 'desislamizar' el país

Pocos políticos europeos se han atrevido a ir tan lejos en la batalla contra la “invasión islámica” como el holandés Geert Wilders. Su partido ha ganado las elecciones en los Países Bajos con un programa antiinmigración, euroescéptico y contra la Agenda 2030. Es la viva demostración de que algo está cambiando en Europa.

Geert Wilders y su Partido por la Libertad defienden sin complejos la expulsión del Islam de Europa. Esto incluye prohibir el Corán, al que comparan con el Mein Kampf de Hitler, y cerrar las mezquitas. Su planteamiento es claro, “los inmigrantes irán a aquellos países con unas políticas migratorias más blandas”.

Geert Wilders se escindió de la derecha liberal en 2004, para fundar el partido con el que ahora ha ganado las elecciones. Su formación mantiene vínculos con Le Pen en Francia, la Lega Norte italiana, y la extrema derecha austríaca y belga. Su triunfo extiende la revolución ultraconservadora en el continente europeo.

¿Cordón sanitario en Holanda?

El Partido por la Libertad ha arrasado gracias a los 35 diputados obtenidos, superando así los 25 de la coalición de izquierdas entre socialdemócratas y los verdes. En tercera posición, con 23 escaños, ha quedado el partido de centro-derecha liderado por Dilan Yesilgöz, sucesora del exprimer ministro Mark Rutte. Geert Wilders afronta ahora el reto de formar un nuevo gobierno.

No lo tendrá fácil, ya que tendrá que formar un ejecutivo de coalición como es habitual en el país. Las sumas para obtener una mayoría necesaria (76 diputados) se puede dar con el apoyo de partidos como los democristianos y los populares. En cualquier caso, la duda también estará en si las otras fuerzas apuestan por hacerle un cordón sanitario a la fuerza claramente más votada del país. 

Se vienen, pues, semanas intensas de negociaciones para saber si finalmente, el partido antiislamista de los Países Bajos podrá gobernar o si, por el contrario, la oposición hace una especie de Frankenstein a la neerlandesa. Winders ya ha dicho que sería “muy antidemocrático” que le impidiesen gobernar.

Cerrar mezquitas y prohibir el Corán

Geert Wilders ha ganado las elecciones con un programa basado en el control migratorio para evitar la penetración del Islam. El líder de la extrema derecha holandesa fue uno de los pioneros en avisar del peligro de la islamización de Europa. En 2011 fue juzgado (y absuelto) por ofensas religiosas, por hablar de "la invasión islámica de Holada" y "tsunami islamización".

La victoria de Wilders señala dos fenómenos actuales en Europa. Por un lado, el triunfo de la nueva derecha en países que hace poco estaban dominados por el discurso buenista, como Suecia, Alemania y Francia. Por otro lado, los ataques del buenismo contra estas opciones, con etiquetas como "extrema derecha" o "fascismo".

Tras conocerse los resultados, él mismo ha dicho que quiere “gobernar para todos los neerlandeses, independientemente de su sexo, origen o religión”. A pesar de las contundentes medidas antiislamistas que defiende, Geert Wilders explicó hace tiempo que “no tengo nada contra los musulmanes: mi problema es con el islam”.

Euroescéptico y contra la Agenda 2030

Muchas veces ha querido diferenciar una cosa de la otra. “No digo que todos los musulmanes sean terroristas, eso es absurdo, pero sí que el islam es una ideología muy peligrosa”, aseguró. “Podemos cerrar nuestros ojos y ser políticamente correctos, pero la realidad es que hay un problema en Holanda, no con todos los marroquíes, pero sí con muchas personas de origen marroquí”. 

Geert Wilders también tiene un discurso euroescéptico y contrario a la política ecologista que se ha priorizado en los últimos años en los principales países occidentales. Apuesta por reducir el IVA de los alimentos, rebajar la edad de la jubilación y poner fin a las subvenciones al sector cultural. Algunos de sus aliados como Donald Trump, Viktor Orban, Santiago Abascal o Matteo Salvini, ya lo han felicitado.

Más allá del discurso antiinmigración, la clave del éxito de Wilders es su propuesta soberanista. “Nuestro principio rector es ‘nuestro país primero’, trabajar por los intereses de los Países Bajos y los holandeses”, dijo. Como Meloni en Italia, reivindica la necesidad de recuperar la soberanía del país frente a poderes externos como la UE o la Agenda 2030.

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