El procesismo mira ahora a Irlanda del Norte

Eslovenia, Kosovo, Montenegro, Escocia, Córcega, Quebec, e incluso Haití. El independentismo catalán ha tenido muchos referentes a lo largo del denominado Procés, algunos más acertados que otros. En el momento clave de la negociación con España, ahora, los líderes procesistas se agarran al ejemplo de Irlanda del Norte.

Ha sido el presidente Carles Puigdemont quien ha rescatado la “vía irlandesa” como inspiración para los acuerdos con el PSOE. En Waterloo ven como una referencia el Acuerdo del Viernes Santo. Aquel texto, que incluía la autodeterminación, puso fin a una guerra civil que dejó 3.500 muertos.

El equipo de Puigdemont defiende como modélico el acuerdo ya que reconocía los deseos tanto de Irlanda del Norte como de Gran Bretaña. El PSOE ya ha dicho que descarta la “vía irlandesa” porque contiene la autodeterminación. Pero los altavoces mediáticos del procés ya empiezan a glorificar la “vía irlandesa”.

Pilar Rahola abraza la 'vía irlandesa'

A Pilar Rahola le ha faltado tiempo para ensalzar la última genialidad de Carles Puigdemont. De todas las demandas formuladas por el expresident, Pilar Rahola se queda con “el cuarto punto”. Ahí, el expresident “decía que hay que fijar como límites únicos de la negociación el marco de los tratados internacionales sobre derechos humanos y libertades fundamentales”.

Avanza Rahola que “lo que planteará Waterloo en la fase final de los acuerdos de investidura es emular los Acuerdos del Viernes Santo de 1998”. Para la analista, “fueron fundamentales” porque “se consiguió respetar la decisión de Irlanda del Norte”. Rahola pone énfasis en la figura del “relato internacional norteamericano”.

“Es importante para los catalanes”, añade, “porque es la primera vez que se aplica el derecho a la autodeterminación a un territorio que la ONU no considera colonia”. Para Rahola, “igual que la autodeterminación se aplicó a Irlanda del Norte, se puede aplicar a Catalunya y al País Vasco”. Ahora reconoce que “la comparativa no será Escocia o Kosovo, sino Irlanda del Norte”.

El mensaje es claro, si Pedro Sánchez quiere ser presidente tendrá que emular a Tony Blair en Gran Bretaña. También es verdad, y lo reconoce la propia Rahola, que allí hubo un referéndum y ganó la permanencia de Irlanda del Norte en Gran Bretaña.

Un plan para Cataluña

Los Acuerdos de Viernes Santo y los posibles acuerdos PSOE-Junts tienen algo en común: ambos surgen de la urgencia. Pero es una urgencia con matices, ya que en el primer caso se trataba de poner fin a una guerra sangrienta, y en el caso catalán se trata de una simple investidura sin muertos de por medio.

El PSOE está dispuesto a hacer concesiones hasta ahora impensables, pero también hay marcadas unas claras líneas rojas. Ferraz descarta de inicio la “vía irlandesa” y apunta a que habrá amnistía pero no autodeterminación. Para contrarrestar las demandas de Waterloo, han preparado un plan para Cataluña.

Pedro Sánchez ofrecerá la amnistía como medida estrella del pacto de investidura. Pero además, propondrá un plan catalán para las próximas décadas, basado en ambiciosas transferencias competenciales. Ahí podrían entrar el pacto fiscal y medidas económicas como inversiones del Estado.