El procesismo declara la guerra a Suecia

Suecia ha frenado la euforia entre el independentismo por la oficialidad del catalán en la Unión Europea. El gobierno sueco ha mostrado “reticencias” y ha dejado entrever que votaría en contra de la medida. Esto complica el camino del catalán en las instituciones europeas, ya que tiene que ser aprobado por unanimidad.

Otros estados habían mostrado ya sus dudas, pero Suecia es el primer país que lo hace de forma tan contundente. “Creemos que las consecuencias legales y financieras tienen que ser investigadas de manera más minuciosa”, ha dicho el gobierno sueco. Y ha recordado que “hay muchas lenguas minoritarias que no son oficiales en la UE”.

El posicionamiento de Suecia ha desencadenado una avalancha de reacciones entre el independentismo. Hay quienes directamente llaman a declarar la guerra al país nórdico. Aunque también hay independentistas que abren los ojos ante el interés real de la UE por el conflicto catalán.

Guerra a Suecia

Josep-Lluís Carod-Rovira, exvicepresidente de la Generalitat, encuentra “curioso que Suecia tenga dudas sobre el uso oficial” del catalán en la UE. El motivo, que el sueco es “una lengua hablada sólo en dos estados europeos y con menos usuarios que el catalán, hablado en cuatro estados de Europa”.

En la red social X se puede leer el siguiente mensaje: “Que Suecia, que es un país con menos habitantes que Cataluña, vete poder hablar catalán en el parlamento europeo, cuando el catalán tiene más hablantes que su puto sueco, es tan fuerte que es para declararles la Tercera Guerra Mundial. Sin miramientos”.

Otros señalan que lo relevante no es si una lengua tiene más o menos hablantes, sino tener un Estado propio. Por eso, dicen, hay que bloquear las instituciones, forzar unas nuevas elecciones y avanzar hacia la independencia. Aunque también hay lecturas más realistas.

'¿Europa nos mira?

Los líderes independentistas vendieron el apoyo internacional como una de las principales bazas para la ruptura con España. Pero con el paso de los años se ha demostrado que el interés de Europa por el conflicto catalán es más bien escaso. El rechazo de Suecia lo ha vuelto a demostrar, y hay independentistas que también lo ven.

“Europa nos mira, Josep-Lluís, Europa nos miran”, le dicen a Carod-Rovira en los comentarios a su mensaje. “No os dais cuenta de que fuera de aquí ni Cataluña ni el catalán importan mucho”, pregunta uno. “Y luego queremos el reconocimiento internacional antes que nada”, dice otro, “abramos los ojos”.