La presidencia del Parlament marcará la relación entre Salvador Illa y el PP catalán
El 10 de junio empezaremos a salir de dudas y veremos si Alejandro Fernández y Salvador Illa han acercado posiciones
La política catalana ha puesto el pause a la espera del 10 de junio, cuando el Parlament celebrará la primera sesión de la legislatura. El pleno inaugural servirá, además, para escoger el presidente de la cámara autonómica, una decisión clave para el futuro a corto plazo.
El 10 de junio veremos destaparse las primeras cartas y todas las miradas se centran en dos partidos: ERC y el PP, las dos formaciones 'grandes' entre los pequeños. Tanto republicanos como populares pueden ser clave para escoger al nuevo President del Parlament, una figura que no es nada simbólica.
Hay que tener en cuenta que es la segunda autoridad política de la administración catalana y la persona encargada de decidir qué candidato se somete a la investidura. La voluntad de Illa es asegurarse o bien un pacto con ERC integral, o bien el control de la mesa y de la presidencia por parte de su partido.
La suma de Junts y ERC es de 55 diputados, mientras que el PSC y los Comuns llegan a los 48. Si ningún candidato logra la mayoría absoluta en una primera votación, ganará el que obtenga más votos a favor. Todos los escenarios siguen abiertos y no se descarta que los socialistas puedan pactar con el PP catalán a cambio de cederles un puesto en la mesa. Con los apoyos de los de Alejandro Fernández, los socialistas se aseguran 63 votos.
La mesa del Parlament medirá la relación entre el PSC y el PP
De momento, el PP catalán sigue sin mover ficha, consciente que ahora le toca a Salvador Illa definirse. Todas las negociaciones siguen paradas -oficialmente- a la espera de las europeas y de la decisión que tome ERC. Alejandro Fernández ha descartado "por ahora" cualquier tipo de acuerdo con los socialistas, pero es evidente que todo puede cambiar, y más cuando hablamos de la política catalana.
Es muy difícil que haya acuerdo de investidura entre populares y socialistas, aunque no es imposible. De momento, existen los primeros dirigentes del PP catalán que afirman en privado que se debe explorar la opción. Consideran que se trata de "una oportunidad de oro" para acabar con el procesismo y ganar notoriedad.
Tras una travesía por el desierto, los de Alejandro tienen ahora 15 diputados y varios altos cargos piden que no se cometa el mismo error que tuvo Arrimadas en 2017, cuando ganó y no plantó ni batalla. Es una opción complicada, harían falta los votos de Vox o la abstención de los de Ignacio Garriga y el voto favorable de los Comuns.
La situación es de incertidumbre, ciertamente. Por eso es importante este primer capítulo, porque mostrará las cartas del PSC y la voluntad de tener al PP contento. Si hay un acuerdo para incorporar a los populares en la Mesa a cambio de los votos, habrá un acercamiento a tener en cuenta.
Todo el mundo habla de la decisión de Esquerra, pero el PP de Alejandro también deberá decidir qué camino escoge pronto. Es cierto que tiene la 'excusa' de los pactos de Sánchez con Junts y ERC, aunque por primera vez hay la opción que el procesismo no decida al próximo President. El 10 de junio empezaremos a salir de dudas en el primer pleno del Parlament.
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