La (pre)campaña electoral en Cataluña ya es una realidad
A pesar de los esfuerzos del Govern para negarlo, los hechos hablan por sí solos y, esta semana, ha habido varios elementos que han servido para dar el pistoletazo de salida al clima preelectoral
Pere Aragonès sigue repitiendo, por activa y por pasiva, que no piensa convocar elecciones anticipadas en Cataluña. A pesar de los múltiples incendios que tiene este Govern encima de la mesa (sanidad, educación, seguridad, sequía…) y la debilidad de contar con solo 33 de 135 diputados en el Parlament, el president sigue empeñado en agotar la legislatura.
Pero una cosa son las palabras y otra distinta son los hechos. Porque, independientemente de si hay o no adelanto electoral, la única diferencia que habrá es que la (pre)campaña será más o menos larga. Y es que, a efectos prácticos, Cataluña ya está inmersa en campaña de cara a los próximos comicios, que como muy tarde se celebrarán a principios de 2025.
A pesar de que hay partidos que ya hace semanas que se mueven en clave electoral -el caso más claro es el giro de Junts respecto a las materias de inmigración-, ha sido el propio Govern el que ha dado el pistoletazo de salida a esta presumible extensa campaña que vivirá Cataluña a lo largo del 2024.
Que la (pre)campaña electoral en Cataluña ya es una realidad se ha evidenciado hasta en tres ocasiones estos últimos días. El primero y más claro, su nombramiento oficioso de Pere Aragonès como candidato de ERC. El segundo, el nombramiento de Laura Vilagrà como vicepresidenta y el ascenso de Sergi Sabrià (antiguo director de campaña de los republicanos) como viceconseller de Estrategia y Comunicación. Un movimiento en clave electoral para reforzar el discurso y propaganda del Govern en este tramo final de legislatura.
Mítines en el Parlament
Y finalmente tenemos la tercera evidencia. Esta semana, en el primer pleno del año en el Parlament, el tono general de la mayoría de discursos olían ya a campaña. Claro está, como consecuencia de que Pere Aragonès haya dado de facto el pistoletazo de salida a la precampaña con sus últimos movimientos. Y es que no fueron pocas las formaciones que aprovecharon sus comparecencias para complementar su discurso con frases propias de un mitin electoral.
Uno de ellos fue Salvador Illa, que dijo que “nosotros seguiremos construyendo la alternativa”. Más duro fue Albert Batet, que reprochó a PSC, ERC y Comuns los tripartitos que han acordado en los últimos meses en varias instituciones, a la vez que reivindicaba que “la única alternativa es Junts”.
También la CUP hizo un repaso de algunas de los principales puntos de su programa electoral, como la Renda Básica Universal, y se colgó la medalla de haber forzado al Govern a crear la empresa energética pública. En la misma línea estuvo Jèssica Albiach, que recordó que si se han destinado 11.000 millones en sanidad es porque “nos empeñamos de que fuera así” en las negociaciones del último presupuesto.
En el bloque constitucionalista, Vox, PP y Ciudadanos repartieron sus reproches: muchos al Govern, pero también a los socialistas. Ignacio Garriga y Carlos Carrizosa, por ejemplo, reivindicaban su papel de “alternativa”, quitándole esta etiqueta a Salvador Illa. Y es que estas tres formaciones saben que, tras la amnistía, tienen opciones de arañar votos constitucionalistas al PSC.
Nadie, ni incluso el propio Govern, puede ocultar que la (pre)campaña electoral en Cataluña ya es una realidad. Y todo este escenario con unos presupuestos de 2024 aún por aprobar. Quizás el PSC acabe validando las cuentas de ERC como último favor por haber investido a Pedro Sánchez. Sin embargo, pase lo que pase con los presupuestos, también se leerá en clave electoral. Eso sí, será a partir de ese momento cuando los cuchillos empiecen a volar hasta que los catalanes, por fin, puedan hacer algo que muchos demandan urgentemente: acudir a las urnas.
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