Montaje de Carles Puigdemont y el Tribunal Supremo
POLÍTICA

¿Por qué Puigdemont no puede celebrar todavía la decisión del fiscal del Supremo?

El dictament no ve indicios suficientes para asumir el caso no cierra la puerta a la imputación y evidencia la naturaleza delictiva de los hechos


Carles Puigdemont ha salvado un primer matchball con el informe favorable de la fiscalía del Tribunal Supremo. Pero la euforia desatada en influencers indepes como Rai López Calvet y Pilar Rahola contrasta con el silencio del propio Puigdemont. Tampoco Junts ni sus principales líderes salieron a celebrar el dictamen.

La razón está en la letra pequeña de la resolución, que pese a no ver indicios de terrorismo ni de vinculación de Puigdemont con el Tsunami, devuelve el caso a la Audiencia Nacional. Es decir, que ahora el expresident vuelve a estar en manos del juez instructor de la causa, Manuel García-Castellón. Y por lo tanto, la sombra de la imputación sigue sobrevolando en un momento clave para la aprobación de la amnistía.

De hecho, la mayoría de los fiscales del Tribunal Supremo consideran que sí hay elementos para considerar a Tsunami Democràtic una organización con carácter terrorista e investigar a Puigdemont. Pero la teniente fiscal del TS y número dos del fiscal general del Estado, María Ángeles Sánchez Conde, emitió el informe favorable que prevalece como dictamen definitivo de la fiscalía del TS. En todo caso, la posición mayoritaria de los fiscales supone un aval importante a la tesis del juez García-Castellón.

No hay indicios suficientes pero...

El informe de Sánchez Conde es contundente en el señalamiento a las “meras conjeturas y falta de indicios” de la instrucción de García-Castellón. Considera que no hay suficientes indicios para determinar que Tsunami era una organización con carácter terrorista, y tampoco ve sólidos los argumentos que señalan a Puigdemont como líder absoluto de la plataforma. Por eso cierra la puerta inicialmente a su imputación, aunque no del todo.

El dictamen devuelve la pelota a la Audiencia Nacional “para analizar los indicios que afirma que existen respecto a la intervención de cada uno de los aforados en los hechos, y así decidir si la sala segunda del Tribunal debe asumir la competencia”. Es decir, que el caso no está ni mucho menos cerrado. Ahora el juez García-Castellón tiene otra oportunidad para sujetar mejor sus argumentos y, si lo considera conveniente, devolverlo al TS, donde sabe que una mayoría de los fiscales apoyan su tesis.

Puigdemont y los dirigentes de Junts saben que la ofensiva judicial no ha acabado y que la partida de la amnistía será larga. Pese a que algunos ayer ya descorchaban la botella de champán, habrá que esperar a los nuevos pasos que dé el juez instructor del caso. De hecho, en el propio dictamen de Sánchez Conde hay detalles que deberían generar cuanto menos inquietud en el entorno del expresident.

Sin dudas sobre la naturaleza delictiva

Aunque la fiscal enfatiza la falta de indicios, sí deja claro que los hechos que se investigan tuvieron una clara naturaleza delictiva. Se refiere a las acciones de protesta contra la sentencia del Procés, en octubre de 2019, coordinadas por Tsunami Democràtic. Unas protestas que derivaron en graves altercados en las calles de Barcelona e incluso la toma del aeropuerto por miles de personas.

Dice el dictamen de la fiscalía que “los hechos que se imputan a Tsunami Democràtic, en la que ambos aforados[Carles Puigdemont y Ruben Wagensberg]estarían integrados y participarían en su dirección, se sucedieron sin que pueda cuestionarse que se produjeron gravísimos incidentes”. Además, señala que “la naturaleza delictiva de las acciones ejecutadas bajo el paraguas o la cobertura de Tsunami Democràtic no se puede poner en duda y ha quedado constatada en las diligencias previas”.

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