Por qué el independentismo celebra la victoria de Nicolás Maduro
En su día el gobierno venezolano mostró su apoyo al ‘procés’ y acusó a España de ‘inmoral’
En los años más intensos del procés uno de los mantras era el de la internacionalización de la causa catalana. El món ens mira, era el eslogan.
Años después, todo esto se ha traducido en una serie de pantanos judiciales que afectan a varios líderes procesistas. Destaca la famosa “trama rusa”, que le imputa a Puigdemont y a su círculo más cercano varios delitos, como el de alta traición.
Más allá de algunos posibles contactos desafortunados, lo que es seguro es que el procesismo intentó darse a sí mismo recorrido internacional. Principalmente, entre países importantes y que dieran buena imagen. Pero varios líderes europeos - desde David Cameron hasta Emmanuel Macron - mostraron su apoyo cerrado a España.
Esto no fue obstáculo para que otros países aprovecharan la situación para cargar contra España. Entre ellos, Venezuela, ahora de actualidad por haber celebrado unas presuntas elecciones.
Nicolás Maduro: “presos políticos”
El presunto ganador de las elecciones, Nicolás Maduro, dijo en 2017 que España era “inmoral” por haber “reprimido al pueblo de Cataluña”. Así mismo, el presidente Maduro se apuntó a la idea de que España tenía “presos políticos”.
De fondo, latía el problema de las sanciones de la Unión Europea contra Venezuela, en las que España tenía especial influencia.
Esto llevó a una parte del independentismo a aplaudir a Maduro. Los sectores de izquierdas y más cercanos a la CUP veían en este apoyo un éxito para la causa catalana. Otros sectores más conservadores, en cambio, no querían darle excesivo recorrido a un apoyo que podía resultar inconveniente.
La dudosa victoria de Maduro en las elecciones del día de ayer ha resucitado tímidamente este flirteo que el procesismo tuvo con la Venezuela chavista:
Los apoyos internacionales que tuvo el procés en su día confirman que se trataban más bien de intentos de terceros países de aprovecharse de los líderes indepes, que tampoco supieron gestionar esta situación.
Es de esperar que, ahora, el gobierno de Venezuela no diga gran cosa sobre Cataluña. Entre otros motivos, porque no hay sanciones a la vista, gobierna el PSOE y la incidencia del expresidente Zapatero en el país es bastante alta.
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