Pedro Sánchez pierde la paz social
La CEOE se ha sumado a la ofensiva contra el nuevo Gobierno
La paz social fue una de las claves del Gobierno de Pedro Sánchez en la anterior legislatura. El Ejecutivo sacó pecho reiteradamente por la implicación de patronal y sindicatos en las leyes más importantes como la reforma de las pensiones y la subida del salario mínimo interprofesional. Pero las cosas están cambiando.
La ofensiva de la CEOE contra el nuevo Gobierno de coalición vaticina una legislatura con más conflictividad social. Los empresarios han alzado la voz para denunciar los acuerdos de investidura del PSOE. “No preservan la paz social ni la convivencia, ponen en riesgo la seguridad jurídica, y crean un clima de negocios cada vez más complicado”, dice en un duro comunicado la entidad que preside Antonio Garamendi.
Además, la amenaza de una huelga parcial o general planea ahora sobre el nuevo gobierno. El sindicato Solidaridad, vinculado a Vox, ha propuesto un paro general de los trabajadores, y el PP tantea a CCOO y UGT para impulsar huelgas parciales. Pedro Sánchez ha fraguado el consenso político, pero ha perdido la paz social.
Los empresarios, contra el nuevo gobierno
La CEOE se ha sumado a las organizaciones y entidades que en las últimas horas han mostrado su oposición a los acuerdos del PSOE con los independentistas. Los empresarios ven con preocupación la fractura social y el debilitamiento institucional. Y temen una mayor inseguridad jurídica que frene el crecimiento económico.
La confederación de organizaciones empresariales advierte que el conflictivo clima social “impedirá la creación de empleo” y “afectará la competitividad y las inversiones”. En última instancia, esto perjudicará “el bienestar social”. Además, la patronal carga contra “la falta de respeto de la negociación colectiva” y el “menosprecio del diálogo social”.
La oposición de los empresarios al nuevo gobierno tiene como principal foco las medidas fiscales y laborales. Sobre todo, por la intención del Gobierno PSOE-Sumar de subir el SMI hasta el 60% del salario medio, reducir la jornada laboral y reformar el despido. Esto, según la CEOE, reducirá las contrataciones y aumentará el paro.
La sombra de la huelga general
UGT y CCOO avalaron la amnistía y valoraron positivamente los acuerdos de investidura, apelando a una legislatura con mayores avances sociales. Sin embargo, la sombra de una huelga general sobrevuela sobre el nuevo gobierno. El sindicato Solidaridad, próximo a Vox, ha convocado un paro contra la amnistía el 24 de noviembre.
La convocatoria nace envuelta en la polémica y tiene un corto recorrido. Primero, porque solo los sindicatos mayoritarios pueden convocar una huelga general, y el sindicato de Vox tiene una presencia muy minoritaria. Segundo, porque en España las huelgas deben ser por motivos laborales y no políticos.
El PP ha reaccionado con escepticismo y no se sumará a la huelga hasta conocer el posicionamiento de CCOO y UGT. Mientras, siguen las movilizaciones diarias contra los pactos de investidura y la amnistía. El debate de investidura, el miércoles 15 y el jueves 16, se desarrollará en medio de una conflictividad social sin precedentes.
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