
Nuevo golpe a la élite europeísta: Qué implica la victoria de Nawrocki en Polonia
El ultranacionalista apoyado por Trump se ha impuesto al establishment en las elecciones presidenciales
Historiador ultranacionalista, inequívocamente proteccionista y admirador de Donald Trump. Así es Karol Nawrocki, el líder de la derecha radical polaca que este domingo ha dejado a la élite europeísta con un palmo de narices. El ultraconservador, sostenido por un discurso antiinmigración y crítico con Ucrania, se ha impuesto con un 50,9% de los votos al representante del establishment europeísta.
Su victoria ha sido un duro golpe a la élite burocrática de la UE, que pierde peso en un país clave para el avance de las opciones soberanistas en Europa. Es a la vez un reflejo del crecimiento de la desafección de los europeos hacia el proyecto globalista sostenido por Bruselas.

No es casual que el primer ministro polaco y expresidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, calificara estas elecciones como “las más importantes de la historia del país”. Los resultados acaban con el sueño de los conservadores liberales de cerrar el paso a los euroescépticos. Polonia se expone ahora a una bipolaridad entre la Presidencia y el Gobierno.
Por otro lado, Nawrocki culmina el largo camino de la derecha radical que se ha nutrido durante años del fracaso de las reformas neoliberales en el Este europeo. Sigue así la estela de los hermanos Kaczinsky al frente del PiS (Ley y Justicia). Un partido que supo encarnar las esperanzas de los "perdedores de la transición", y que ahora planta cara a los desmanes del globalismo.
'Los polacos primero'
Karol Nawrocki, historiador forjado en el sentimiento anticomunista polaco, ha crecido como político a la sombra del exprimer ministro Jaroslaw Kaczinsky. Con 42 años, se ha impuesto al establishment oficialista gracias a una efectiva campaña con un impactante lema: “Polonia primero, los polacos primero”.
En materia de inmigración, Nawrocki ha prometido endurecer las condiciones de acceso a la ciudadanía y cerrar la frontera con Alemania. Así mismo, propuso la prioridad de los polacos a la hora de acceder a las ayudas sociales. El nuevo presidente polaco reivindica más soberanía para decidir las políticas migratorias frente a los dictados de Bruselas.
El otro punto caliente de su campaña fue el apoyo a Ucrania. El líder de la derecha radical polaca defendió la soberanía ucraniana frente a Rusia, pero se opuso a su entrada en la OTAN y criticó la actitud de Zelensky. Además, criticó el estatus privilegiado de los refugiados ucranianos en Polonia, y prometió poner a "los polacos primero".
Amigo de Donald Trump
Nawrocki ha tenido que hacer frente a una dura campaña donde los medios oficialistas han vertido varias informaciones controvertidas sobre él. Además, él es un historiador antisoviético que ha sembrado la polémica con sus libros. Pese a las reservas que había sobre él en el propio núcleo del PiS, finalmente esto ha jugado a su favor.
En este sentido, su perfil se parece mucho al de Donald Trump al que la polémica siempre acaba beneficiando. De hecho, sus vínculos son muy estrechos y el presidente norteamericano le apoyó públicamente durante la campaña.

Algo muy distinto a sus relaciones con Moscú, ya que Nawrocki figura en la lista de los más buscados por su propuesta de derribar monumentos soviéticos en Polonia. Esto le ha convertido en una persona amenazada con derecho a llevar armas de fuego para defenderse.
Casado y con dos hijos, exboxeador y exfutbolista, el nuevo presidente de Polonia es un defensor a ultranza de los valores conservadores y de la familia. Además proviene de Gdansk, corazón de la Polonia obrera donde nació el sindicato anticomunista Solidarnosc. Ahora quiere abrir una nueva etapa, con "un liderazgo fuerte para tiempos difíciles".
El péndulo sigue oscilando
Los resultados en Polonia hacen oscilar más el péndulo a la derecha en plena batalla cultural en Europa y en el mundo. En la UE, la victoria de la derecha radical en Polonia coincide con el subidón en Portugal del partido antiinmigración Chega. La derecha ultranacionalista también ha experimentado un gran crecimiento en Alemania, donde se aliaron el centroderecha y la socialdemocracia.
El regreso de Donald Trump ha dado un nuevo empuje a las opciones soberanistas, que en Bruselas están debilitando cada vez más a los burócratas. Esto hace que la élite empiece a apoyarse a la desesperada en líderes como Giorgia Meloni, que consideran el mal menor.
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