
Nuevo fracaso de Puigdemont y Sánchez en Europa por la oficialidad del catalán
El catalán seguirá sin ser oficial en Europa. PSOE y Junts, el partido que 'cobra por adelantado', lo acordaron hace dos años
El catalán seguirá sin ser oficial en Europa. Este viernes, el Consejo de la Unión Europa (con los 27 ministros de Exteriores) ha vuelto a debatir la propuesta de España. Y, como ya sucedió anteriormente, no se ha votado ante la falta de la unanimidad necesaria para aprobarse.
Varios representantes de los estados miembros admiten que ahora "no es el momento" de sacar adelante una de los principales caballos de batalla del Gobierno en la Unión Europa. Ni el hecho de que España asuma todos los costes de ello, ni que el ministro Albares asegure que la medida cumple con tas las exigencias jurídicas (aunque los servicios jurídicos del Consejo lo pongan en duda), ni la propuesta española de que la oficialidad sea gradual. Nada. Europa sigue teniendo dudas. Las suficientes como para que no se apruebe la propuesta del ejecutivo de Pedro Sánchez.

Enésimo fracaso de Carles Puigdemont y Pedro Sánchez
Este nuevo fracaso de la diplomacia española no deja en buen lugar al Gobierno de Pedro Sánchez. Fue en agosto de 2023 cuando el PSOE y Junts acordaron la oficialidad del catalán en la Unión Europea (aunque fuera algo que no dependía solo de ellos). Han pasado dos años y todo continúa igual en este sentido. La oficialidad deberá seguir esperando.
Que es un fracaso para Pedro Sánchez es evidente. Han puesto todo su empeño en que saliera adelante la votación, pero ya son varias veces las que han tenido que retirarla ante la previsión de perder. La influencia en Europa del actual Gobierno es la que es. Y no es la suficiente como para aprobar esta medida.

Eso sí, quien se lleva la peor parte es Carles Puigdemont. Junts siempre dice aquello de que "ellos cobran por adelantado" los acuerdo con el PSOE. Pues ya van dos años que pactaron la oficialidad en Europa. Y es ni está ni se la espera. A lo largo de la legislatura, los juntaires han gesticulado mucho quejándose de Sánchez, el PSOE y el actual Gobierno. Pero simplemente se trata de esto: de gesticulación ante su electorado.
La realidad, y queda más que confirmado este viernes con el enésimo fracaso a la hora de intentar oficializar el catalán en Europa, es que Puigdemont sigue siendo rehén de Pedro Sánchez. El líder procesista sigue sosteniendo el Gobierno de coalición y se niega a negociar con el PP una moción de censura. Pero mientras, sigue sin poder beneficiarse de la amnistía, el catalán no parece cerca de acabar siendo oficial en Europa y traspaso/delegación de las competencias en inmigración sigue en punto muerto. Eso sí, de lo que sí pueden disfrutar en el partido de Puigdemont es de los beneficios económicos de tener grupo parlamentario propio en el Congreso. Un grupo propio que no se merecían por resultados electorales, pero que tuvieron gracias a la cesión temporal de diputados del PSOE a Junts que pactaron hace dos años.
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