Ni los medios progres pueden ocultar ya el fracaso de la Ley Trans: TV3 como ejemplo

Muchos colectivos feministas - silenciados por el feminismo institucional - ya advirtieron de que la Ley Trans podría convertirse en una toda fuente de fraudes.

En realidad, no es más que el resultado de desdibujar las fronteras naturales entre los sexos biológicos. Cuando algo es absurdo, así igualmente lo son sus consecuencias. Los últimos y preocupantes ejemplos nos vienen por parte de hombres, acusados de violencia género, que acuden al registro a cambiar su género.

La intención de estos agresores es tan prosaica como aprovecharse de los errores de la Ley para rebajar así sus penas o evitar las condenas. Hay que tener presente que basta con ser administrativamente español, mayor de 16 años y declararse del otro género para acudir al registro y proceder al cambio.

Y como muchos recordarán, poco menos que se era de “extrema derecha” o “tránsfobo” si se criticaba la Ley Trans. Por su parte, las feministas eran acusadas de “terf” o directamente marginadas. Incluso algunas de ellas, como la profesora Sílvia Carrasco, han sufrido acoso en su puesto de trabajo.

En todo este sinsentido tuvieron mucho protagonismo algunos medios de comunicación. En el caso de Cataluña, hablamos de TV3, distintiva mezcla de nacionalismo e ideología woke. Poco a poco, TV3 recoge cable ante los nuevos y evidentes casos de fraude de ley.

“Esta ley ha dado carta blanca al fraude”

Esta semana, TV3 daba cuenta de un caso de fraude en Sevilla con el titular “Unos condenados por violencia machista cambian de género para intentar rebajar la pena”.

La noticia cuenta el caso de un hombre con antecedentes por maltrato que, al final, ha conseguido que le juzgue un juzgado ordinario y no uno de violencia machista. En consecuencia, se le juzgará por violencia doméstica, con lo que las penas contempladas serán más bajas.

Así mismo, la noticia cuenta que la víctima lleva 16 años luchando contra su expareja. El abogado explica que los maltratos continúan y que, de hecho, el agresor se siente protegido y amparado. Por ello, la Fiscalía va a actuar para dirimir el fraude y, si es posible, revertir el cambio de sexo.

El problema es que durante todo este procedimiento el calvario de las víctimas continúa, al margen de que sea un fraude o no. El quid de la cuestión está en que la ley tiene fallos derivados de una realidad absurda y en que los tempos judiciales son los que son, con lo que ‘de facto’ se alarga la agonía de las víctimas por violencia de género.

Como explica una magistrada consultada por TV3, Cira García Domínguez, “no es que exista fraude de ley; es que esta ley ha dado carta blanca al fraude”. Algo que, nuevamente, también fue advertido por el Consejo General del Poder Judicial.

Por otro lado, la magistrada García Domínguez no comparte el análisis de la ministra de Igualdad, Ana Redondo, que dice que son hechos aislados. Para la jueza, esto responde a los errores de una ley. Una ley cuyo fondo es simplemente absurdo.