Nadie utiliza a los agricultores y ganaderos, es el sistema que los ha abandonado

"Hoy y siempre al lado de los agricultores. Son nuestras raíces, nuestra vida y deben poder tener futuro". Esta es la publicación que Marta Vilalta, portavoz de ERC, escribía en sus redes ayer tras las concentraciones de payeses y ganaderos catalanes. Podría parecer que su partido no ha gobernado 15 de los últimos 20 años en Cataluña o que sus eurodiputados hayan votado en contra de la agenda europea. Nada más lejos de la realidad: es la hipocresía de una izquierda que condena al sector primario a la asfixia, pero se hace la foto para subirla a sus redes.

Lo mismo hacía Salvador Vergés, diputado de Junts, que aseguraba ser muy consciente de que los políticos "tenemos gran parte de la culpa". Mientras, su formación no ha alzado la voz en ningún momento contra las políticas globalistas de la UE. Aunque lo intenten, la verdad siempre sale a la luz y la realidad es muy clara: la izquierda ha abandonado el sector primario y, aunque digan lo contrario, gran parte de la derecha también.

El gran responsable de la situación agónica del sector primario es la Comisión Europea. Es en Bruselas donde se deciden las políticas que afectan a agricultores, ganaderos y pescadores. Hace años que los gobiernos autonómicos y estatales pasan de su sector primario y simplemente han convertido la administración en burocracia. ¿Quién manda en Europa? La unión se fundamenta en una gran coalición entre los socialdemócratas -el PSOE-, los conservadores moderados -el PP- y los liberales -donde está ahora mismo Ciudadanos-. 

Las grandes políticas europeas, como la agraria o la de pesca, se basan en el consenso donde participan los partidos tradicionales. El 'Pacto Verde Europeo' o el 'Plan plurianual del Mediterráneo', llevan detrás el sello de los homónimos del PP y el PSOE en Bruselas. Esto es así y el Gobierno lo asume, aunque se queje con la boca pequeña de las cuotas de pesca y de la disminución de las subvenciones a agricultores en el PAC.  Detrás hay una agenda acordada, asumida por los estados miembros y que, a la práctica, ha decidido que el sector primario no es algo a preservar.

El sector primario, abandonado

Hemos escuchado muchas veces que el sector primario es de derechas. Quizás no tanto en Cataluña, donde ser de derechas parece pecado. Lo que sucede es que desde hace años el discurso de la izquierda ha olvidado a la práctica al sector primario. Para un sector ecologista, son vistos como los causantes de todos los males. Para la clase política europea, una moneda de cambio. A la práctica, Bruselas ha escogido que Sudamérica y África -sin olvidar las ayudas al campo de Ucrania- sean el productor de alimentos de Europa. Para ellos no hay restricciones, ni se imponen prácticas medioambientales asfixiantes. 

Estos días, escucharán que la "extrema derecha" está detrás de las protestas en España y en gran parte de Europa. Lo cierto, es que los nuevos movimientos que han surgido tienen un discurso radicalmente contrario a la agenda de la UE y las restricciones al sector primario. Ojo, no solo de derechas eh: nuevos partidos como Frente Obrero coinciden en este postulado. Y, claro, esto contrasta con un sistema que les obliga a nuevas trabas, nuevas normas y menos dinero sin alternativa. ¿Quieres seguir pescando? Pues ahora saldrá 8 meses de 12. O eso búscate otro trabajo. ¿El resultado? La mitad de la flota en puertos como el de Tarragona ha desaparecido en 20 años.

Es evidente que el actual modelo no funciona. Solo se enriquecen intermediarios y salen perdiendo todos los otros actores. El problema es que, bajo una supuesta bandera ecologista, no estamos cargando a nuestro sector primario sin que nos importe. Aunque estos días escuchen a políticos del sistema dando su apoyo, son ellos los que llevan años asfixiando a los nuestros mientras dan barra libre a los alimentos que llegan del resto del mundo.