Nadie puede con Donald Trump (de momento)

En un curioso desarrollo de la política estadounidense, la popularidad del expresidente Donald Trump se mantiene a pesar de sus recientes condenas judiciales. Aun tras ser declarado culpable en un caso de falsificación de registros comerciales en Nueva York, Trump sigue siendo una figura dominante en el panorama político. Su capacidad para resistir el impacto negativo de sus problemas legales subraya la intensa lealtad que caracteriza a su base de seguidores.

Los detalles del caso fueron ampliamente difundidos antes del juicio, y en un entorno político cada vez más polarizado, el número de votantes realmente indecisos es pequeño. La mayoría de los estadounidenses, según diversas encuestas, considera el caso del dinero por silencio menos grave que otros asuntos legales que enfrenta Trump.

Una reciente encuesta de Morning Consult, realizada el 4 de junio, muestra que Trump no ha sufrido un desgaste significativo en su popularidad. En esta encuesta, Trump obtiene el 44% de apoyo frente al 43% del presidente Joe Biden. Este dato es revelador, ya que indica que a pesar de las acusaciones y el juicio, la base de apoyo de Trump permanece firme.

Además, según una nueva encuesta de ABC News/Ipsos, el 47% de los estadounidenses cree que los cargos contra Trump en este caso fueron motivados políticamente. Solo el 38% opina que no lo fueron. Este sentimiento de motivación política refuerza la narrativa de Trump de que es víctima de una caza de brujas.

A Trump aún le queda un año repleto de actos políticos, juicios y polémicas. Este junio se enfrentará a la justicia por injerencia electoral cuando se hayan decidido sobre la inmunidad. El 11 de julio se prevé la sentencia del caso Stormy Daniels, escasos días antes de la convención nacional del partido republicano en Milwaukee, donde tendrá que ser nombrado candidato a la presidencia oficial por el partido.

La misma encuesta revela que la valoración favorable de Biden también se mantiene baja e inalterada, con un 32% de aprobación en comparación con el 33% en marzo de 2024. Trump ha dejado claro que no tiene intención de retirarse de la carrera presidencial. 

“Estas son malas personas. Estas personas están enfermas, y hacen cosas que son tan destructivas… si no fuera yo, estarían yendo tras alguien más, y conozco a muchos de la competencia. No les iría tan bien”, afirmó Trump, destacando su determinación y combatividad.

La capacidad de Trump para mantener su popularidad pone de relieve un fenómeno político único en la historia reciente de Estados Unidos. Su base de apoyo, que ve en él a un luchador contra un sistema que perciben como corrupto y sesgado, parece imperturbable ante las condenas judiciales. 

Esto no se ha visto mejor que en las urnas, estado tras estado, Trump ha arrasado en las primarias republicanas. Trump ha batido a su principal competidora, Nikki Haley, en 49 estados, solo ha ganado en Vermont y el Washington DC. Incluso en el estado natal de la republicana moderada, Carolina del Sur, Trump ha conseguido un 60% de votos a su favor.

En muchos estados, Trump recibió hasta el 80% de sufragios, mostrando la voluntad del electorado republicano de consolidarse alrededor de un candidato fuerte como el expresidente

En conclusión, la resiliencia de la popularidad de Trump, incluso frente a condenas judiciales, destaca la polarización extrema del panorama político estadounidense y la profunda lealtad de su base de seguidores.