Marta Rovira salva a Ada Colau

Los días posteriores al 23-J que abrió las negociaciones para la formación de un gobierno progresista en España, Ada Colau cogió un avión rumbo a Ginebra. Junto a Jaume Asens, la líder de los Comuns visitó a la secretaria general de ERC para estrechar lazos de cara a la investidura de Pedro Sánchez. Meses después, la propia Colau influiría de forma decisiva en la decisión de los Comuns de rechazar los presupuestos del Govern de Pere Aragonès, lo cual precipitó la caída del gobierno catalán y la convocatoria de elecciones anticipadas.

Ada Colau fue señalada entonces como la responsable de haber impuesto a su formación el bloqueo a los presupuestos. El motivo no fue otro que las diferencias con ERC, pero sobre todo con el PSC, por el proyecto del Hard Rock. Las elecciones del 12 mayo supusieron un mazazo para ERC, que perdió trece diputados, y para los Comuns, que quedaron relegados a una posición marginal en el Parlament.

Desde entonces se impuso en la cúpula de los Comuns la idea de que había que remar a favor de un acuerdo progresista (tripartito con PSC y ERC) y evitar como fuera unas nuevas elecciones. En plena crisis interna, sabían que su única salida era formar parte del nuevo gobierno de Salvador Illa. Ahora, el preacuerdo entre ERC y el PSC allana el camino para la formación de gobierno y de paso ofrece una segunda (o tercera vida) a Ada Colau, que quedó muy tocada tras el fiasco de los presupuestos.

Euforia en los Comunes

Este miércoles, los Comuns han anunciado un acuerdo de investidura con el PSC. Durante la rueda de prensa, Jéssica Albiach presentó como pieza de caza el frenazo al Hard Rock que se atribuye como un éxito de su formación. “Nos dijeron que no era posible pero lo hemos conseguido”, ha afirmado, “el Hard Rock no se hará en Cataluña”.

Los Comunes han arrancado al PSC el compromiso de que el gobierno de la Generalitat no facilitará proyectos como el del macrocasino, y por eso eliminará la reducción a la fiscalidad del juego prevista en la ley 6/2014. Así lo ha anunciado la propia Albiach entre aplausos. La líder de los Comunes ha resaltado la transición ecológica como uno de los puntos centrales del nuevo acuerdo de investidura con el PSC.

Los Comuns han puesto también el acento en el acuerdo con el PSC en materia de vivienda que prevé más vivienda pública y regulación de los precios del alquiler. “Dijimos que haríamos de esta legislatura la del derecho a la vivienda”, dijo eufórica Albiach, “y el acuerdo que hoy presentamos así lo garantiza”. Albiach estaba flanqueada por Ada Colau en la rueda de prensa, y ha recibido también la felicitación de Yolanda Díaz.

Hacia una transición suave

El acuerdo de investidura permite amortiguar la crisis interna que atraviesa la formación, a la espera de un congreso a finales de año. La propia Jéssica Albiach se ha pronunciado recientemente a favor de una renovación de liderazgos en la formación. En el trasfondo late la guerra interna entre el colauismo, que lucha por mantener su poder, y el sector de la antigua Iniciativa, que pide paso para una renovación del espacio.

Hay un amplio sector dentro de los Comuns que cree que el papel de Ada Colau está agotado y que tiene que dar un paso al lado para permitir la refundación. Pero Colau está dispuesta a llegar al menos a las municipales de 2027 en Barcelona, y sigue controlando con mano de hierro las decisiones del partido en Cataluña. El gobierno progresista de Illa da tiempo y tranquilidad a los Comunes para afrontar una transición dulce, pero también refuerza el sector de los afines de Colau que se apuntan el tanto del Hard Rock.

La política tiene estas carambolas, y es que ERC, que hace cuatro meses perdió el gobierno por culpa de los Comunes, ahora con su acuerdo con el PSC salva la desesperada situación de los de Colau. Aquel movimiento de los Comunes ahondó en la ya de por sí tensa relación entre ERC y los Comuns. Ahora será interesante ver cómo reconducen su relación por el interés común del gobierno progresista.