El lenguaje inclusivo se cuela la toma de posesión de los nuevos ministros ante el Rey

El de Igualdad es el ministerio que está causando más revuelo desde que se anunciaron los ministros del nuevo gobierno. Todas las miradas estaban puestas hoy en la nueva ministra de Igualdad, Ana Redondo, en la toma de posesión. Su fórmula para jurar el cargo no ha pasado inadvertida.

Además de jurar la Constitución, la ministra socialista ha prometido “mantener el secreto de las deliberaciones del Consejo de Ministros”. Lo llamativo ha sido la coletilla, ya que ha añadido “...y ministras”. Luego se ha dirigido al Rey Felipe VI en un gesto de aprobación, añadiendo “por supuesto”.

El uso del lenguaje inclusivo por parte de la nueva ministra de Igualdad puede leerse como una respuesta a las críticas. El sector de la izquierda afín a Irene Montero ha cargado contra lo que consideran un giro conservador en Igualdad. Le reprochan a Ana Redondo que no tenga una trayectoria vinculada al movimiento feminista y LGTBI.

Campaña contra Ana Redondo

La campaña de una parte de la izquierda contra la nueva ministra de Igualdad no ha hecho más que empezar. En las últimas horas se han viralizado unas fotos de Ana Redondo junto a un obispo y luciendo una cruz. La acusan de ser católica y por lo tanto poco sensible a la comunidad feminista y LGTBI.

Tampoco ha ayudado a Ana Redondo que uno de los primeros tuits de apoyo fuera el de Lucía Etxebarría, enemiga declarada de la izquierda. Para muchos, es la demostración del freno del PSOE a las políticas de igualdad. De ahí que la ministra haya querido empezar con buen pie, con un guiño al lenguaje inclusivo.

Una apuesta de Pedro Sánchez

La designación de Ana Redondo ha sido una apuesta personal de Pedro Sánchez. En una legislatura que se prevé llena de turbulencias, el PSOE ha conseguido recuperar un ministerio polémico como el de Igualdad. Sánchez ha optado por un perfil técnico como el de Ana Redondo, doctora en Derecho Constitucional.

El PSOE quiere evitar así errores como el de la “ley del sí es sí”, que dio munición a la derecha y aún persigue al gobierno. Además, la intención es dejar atrás la división que generaba Irene Montero para abrir una nueva etapa de consenso. La figura de Ana Redondo gusta también en Sumar, que persigue un feminismo más inclusivo.