Las últimas encuestas internas de los partidos dibujan el caos en Cataluña
Los trackings diarios de las formaciones políticas hacen saltar las alarmas en Moncloa
Un temor sobrevuela el fin de la campaña electoral catalana: que nadie sea capaz de imponerse y que ninguno de los bloques sea capaz de sumar 68 diputados. Parece claro que el procesismo perderá la mayoría absoluta y más si se confirma la entrada de Aliança Catalana en el Parlament. Lo que sucede es que las encuestas internas de los partidos también ponen ahora en duda una mayoría del PSC, ERC y los Comuns.
Los principales partidos cuentan con trackings diarios que les marcan las tendencias de voto. Por eso vemos a Albiach en Tarragona o a Pedro Sánchez modificando su agenda y corriendo a hacer campaña en Cataluña. Según fuentes cercanas a la cúpula socialista, los últimos sondeos han preocupado a Moncloa, que no ha dudado en movilizarse en estas últimas horas de campaña.
Hay que tener en cuenta que parece muy difícil que el ganador no sea Salvador Illa. Lo que pasa es que en Cataluña ya hace años que nadie puede gobernar en solitario y ganar no significa en ningún caso llegar a la Generalitat. En 2017 lo hizo Arrimadas y en 2021 el PSC. Sin embargo, el procesismo mantuvo el poder.
Todo indicaba que este sería el momento de Salvador Illa y que además podría escoger socio o plantearse gobernar en solitario. El problema es que trackings internos muestran un ligero retroceso electoral que los podría hacer bajar de los 40 diputados. Este dato, junto al previsible descenso de ERC y de los Comuns, podría llegar a hacer imposible un nuevo tripartito, de modo que a Illa solo le quedaría la sociovergencia.
Los trackings alejan posibles mayorías
Según datos internos de algunos partidos, no es nada descartable que el único acuerdo que sume 68 diputados sea entre el PSC y Junts. El problema es que a corto plazo ni Salvador Illa ni Carles Puigdemont se lo podrían permitir. No solo por las elecciones europeas, también porque significaría el final del expresident y algo mucho peor: su rendición.
Hay que tener en cuenta que a Carles Puigdemont no le disgusta para nada la idea de una repetición electoral. Si se confirman las encuestas, sacará un buen resultado y en caso de tener nuevos comicios en octubre, podría hacer campaña físicamente en Cataluña.
Hay, además, un morbo añadido. En una hipotética repetición, Puigdemont podría enfrentarse a Oriol Junqueras, algo que gusta mucho en Junts tras todo lo sucedido en 2017. Es cierto, se trata de política ficción, aunque los principales partidos lo van asumiendo al ver sus trackings diarios.
Solo faltan dos días para las elecciones y la campaña parece que no ha servido para que uno de los bloques, o bien el procesista o bien el tripartito de izquierdas, afiance una mayoría. Los partidos van asumiendo que habrá sorpresas, que se trata de los comicios más abiertos en años y que es muy probable que toque volver a pedir el voto en cinco meses.
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