Las elecciones vascas, nueva pesadilla para Pedro Sánchez
Las encuestas marcan un empate técnico entre el PNV y Bildu, de modo que los socialistas deberán elegir entre dos de sus socios en el Congreso de los Diputados
El País Vasco iniciará la madrugada de este viernes una campaña electoral, la más incierta desde que la ley de partidos ilegalizó a Batasuna. El contexto, sin embargo, es totalmente distinto y estas son las primeras elecciones de la reciente democracia que el PNV puede perder las elecciones. Todos los sondeos lo sitúan de momento en primera posición, aunque con un empate técnico con Bildu.
Si bien el CIS le da al PNV entre 30 y 31 escaños y al partido de Otegi entre 28 y 29, otras encuestas marcan que las dos formaciones podrían empatar a 28 diputados. Se trataría de una situación insólita y la diferencia de votos sería mínima a favor del partido conservador. Por detrás, los socialistas vascos calcarían resultados con tan solo 10 sillas en el Parlamento, mientras que el PP podría mejorar y llegar a los 7 representantes. El gran descalabro lo sufriría Podemos, que pasaría de 6 diputados a no tener ninguno, mientras que Sumar solo sumaría un escaño. Vox, repetiría con un único diputado.
El nuevo problema para Pedro Sánchez
La mayoría absoluta se situaría, pues, en los 38 diputados. Si hacemos caso a la encuesta de El Español, donde PNV y Bildu empatan a 28 diputados, las dos formaciones podrían llegar a la mayoría absoluta con el PSE. Eso quiere decir que los socialistas deberán escoger entre dos de sus socios, con los problemas que puede conllevarle en el Congreso. La mayoría parlamentaria del Gobierno de coalición es tan frágil que cualquier movimiento juega en contra de Pedro Sánchez.
Si hacemos caso a la lógica, el PSE reeditaría su acuerdo con el PNV y formarían gobierno juntos. Hay que tener en cuenta que la estrategia de Núñez Feijóo es la de acercarse a nacionalistas vascos y catalanes, de modo que al PSOE le interesa tener contentos a Junts y PNV. En Ferraz están seguros de que ni ERC ni Bildu se moverán de su lado pese a que no gobiernen en sus comunidades, mientras que podría no suceder lo mismo con los otros. Si el PNV se enfila a los 31 escaños y el PP suma 7 representantes, podría haber un acuerdo de investidura y que los nacionalistas vascos gobiernen en solitario gracias a Feijóo, algo que tampoco se descarta.
Hay, pues, muchos escenarios abiertos, pero el más plausible es que sean los socialistas los que deban escoger el nuevo lehendakari. Por primera vez en años habría la opción de que este no fuera del PNV, y que Pello Otxandiano, de Bildu, fuera el elegido. Algunos señalan que Pedro Sánchez ya regaló la alcaldía de Pamplona a Bildu en diciembre de 2023 tras una moción de censura, de modo que habría un cierto equilibrio que le permitiría pactar ahora en el País Vasco con el PNV. Sin embargo, la jugada es compleja, más si por sorpresa, Bildu supera a su rival en votos y escaños, algo que no es imposible.
Las elecciones vascas serán el 21 de abril y pueden suponer el enésimo contratiempo para Pedro Sánchez en una legislatura que no llega al año y parece envejecer muy mal.
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