Junts se salva por Barcelona

Que el independentismo ha sufrido un batacazo en estas elecciones municipales es más que evidente. Tanto Esquerra, como Junts y la CUP han consechado unos muy malos resultados, que solo se salvan por alguna excepción puntual.

En el caso de Junts, han sufrido algunos tropiezos históricos. Un dato que corrobora los malos resultados de los de Puigdemont es que algunos de sus principales feudos son los que han sufrido una abstención más alta. Pero además, Junts ha perdido alcaldías que tenían consolidadas, como es el caso de Reus o, sobre todo, de Girona. En ambos caso, se han convertido en la tercera fuerza por detrás de PSC y ERC en la localidad tarraconense y por detrás de PSC y Guanyem en Girona.

De hecho, el partido de Carles Puigdemont ha tenido muy pocas alegrías. Y la más destacada ha sido el triunfo de Xavier Trias en Barcelona, que ha sido capaz de ganar a Ada Colau y al PSC. Pero más allá de vencer en la capital catalana, la victoria en Barcelona también abre un proceso de duda en Junts.

Para ganar en Barcelona, Junts ha optado por un perfil ligeramente alejado de la línea marcada por Laura Borràs y Carles Puigdemont. Algunos lo ven como un intento de regreso al espíritu 'convergent'. De hecho, Trias consiguió agrupar al PDCAT y otras 'familias' posconvergentes. Y se ha convertido en una de las pocas alegrías del partido en estas municipales.

De este modo, a Junts se le abre un proceso de reflexión en el que combinan muchos batacazos electorales y una victoria que, lo que provoca, es también abrir dudas sobre el futuro del partido.