Joel Díaz, el humorista de la Corpo que da lecciones a los indepes
El presentador tiene claro lo que hay que hacer en Madrid
A falta de líderes, buenos son los humoristas. En estas está el independentismo catalán ahora que sus dirigentes andan de capa caída y que el movimiento se debate entre los tacticismos electorales y el abstencionismo incendiario. Joel Díaz, voz autorizada entre los indepes, sabe a rajatabla lo que hay que hacer.
El enfant terrible de la Corpo saltó al estrellato por uno de esos ingeniosos gags que han convertido a TV3 en la tele del odio. Resulta que a uno de sus adláteres en el programa Zona Franca lo echaron del canal por comparar al PSC con los nazis. En un acto de gallardía, Joel Díaz presentó su dimisión como presentador del espacio.
Joel Díaz, el humorista transgresor que saludaba diciendo “puta nit y bona España”, cae especialmente bien entre el independentismo. Tanto, que hace poco se atrevió a llevar la contraria al ejército abstencionista de Twitter. Tirando de su fino sentido del humor, les sugirió que puestos a abstenerse se abstuvieran de dar la murga todos los días.
Qué hacer en Madrid
Pero no hay que tomárselo todo a risa, y cuando Joel Díaz se pone serio le sale el estratega político que lleva dentro.
Este presentador, que ve a Junqueras como un “estafador” y a Puigdemont como un “traidor”, sabe lo que hacer en Madrid. Se trata de “no dar apoyo a ningún presidente español que no lleve en su programa la preservación del catalán”. Y presentar el catalán como “una línea roja” para investir a cualquier presidente.
Por supuesto, Díaz se refiere única y exclusivamente a Junts, ERC y la CUP. Con un tono displicente, considera que el resto de partidos “no tienen mucho interés en la cuestión del catalán”. Así es como el humorista de la Corpo traza la estrategia a seguir en Madrid.
Joel Díaz dicta sentencia y señala el auténtico problema del retroceso del catalán: “Madrid tiene una cosa muy bien y es que es la capital de un Estado. El catalán es una lengua propia de una nación sin estado. Por lo tanto, yo diría que, yendo a la raíz del problema, es culpa de todos los que han contribuido a que Cataluña no tenga un estado propio”.
Fin de la cita, que diría aquel.
Protegido por el CAC
A Joel Díaz este radicalismo del “me paso la vida cagándome en España” le va muy bien en los medios públicos catalanes. A pesar de la espantada de TV3, el Consell Audiovisual de Catalunya (CAC) le protegió en el momento más delicado. Para el organismo, sus bromas nazis entraban dentro de la libertad de expresión.
Así es como han endiosado al enfant terrible de la Corpo, que cuando no ingenia gags traza la línea a seguir por los partidos independentistas.
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