El Govern esconde la nacionalidad que tienen los beneficiarios de las ayudas

En Cataluña, tres años antes de crearse el Ingreso Mínimo Vital en toda España, se activó la Renta Garantizada de Ciudadanía (RGC). Se trata, en concreto, de una prestación de último recurso sobre la que, hasta 2021, la Generalitat ofrecía datos en los que revelaba si los perceptores eran españoles o extranjeros. Entonces, el porcentaje de personas foráneas beneficiadas por esta ayuda rondaba el 40% según Vox y The Objective. Eran dos puntos menos que el porcentaje de extranjeros empadronados en Cataluña que disfrutaba de ayudas para alquiler de vivienda.

En 2021, en Cataluña, los extranjeros eran un 16% de la población. Hoy, la Generalitat no agrupa a los perceptores de la RGC y las ayudas para alquiler en función de si son o no ciudadanos españoles. ¿Por qué? Pues porque, a juicio de la Generalitat, “el tipo de documento identificativo de la persona es irrelevante para recibir la prestación”.

Vox sí lo considera importante

Saber qué porcentaje de los perceptores de estas ayudas dispone de DNI y qué porcentaje tiene NIE (y son, en consecuencia, extranjeros) sí es relevante para Vox. Por eso, la formación lleva meses exigiendo ese dato.

De momento, en Vox dicen tener sólo cifras de dos años: 2020 y 2021. En 2020, los extranjeros perceptores de ayudas de la Generalitat eran, según la citada formación y The Objective, un 28,61% y en 2021, un 40,06%. Aportan, además, un cuadro con cifras facilitadas por la Generalitat. El incremento, en un año, fue de once puntos. ¿Qué porcentajes habrá ahora? La Generalitat no lo dice, pero María García Fuster (diputada de Vox en el Parlament) considera que el volumen de perceptores extranjeros ha seguido creciendo.

“Deciden blindar la información para que los ciudadanos no conozcan la realidad de a qué dedican el dinero. Lamentablemente, una parte importantísima de los recursos públicos son destinados a la inmigración, existiendo una clara discriminación positiva en su favor. Esto hace que el catalán trabajador que en un momento dado puede necesitar una ayuda puntual secundaria, se vea totalmente abandonado”. Así opina García Fuster.

Desde Verificat, asociación que se autodefine como "sin ánimo de lucro" y que, en su web, se autootorga la misión de "luchar contra la desinformación y la manipulación en Internet" dicen que no, que ni Vox ni The Objective dicen la verdad. ¿Qué verdad defiende Verificat? 

Pues que la RGC no se otorga "en función de la nacionalidad, sino en función de los ingresos" y que, si hay más perceptores extranjeros, es porque el 52% de los foráneos residentes en Cataluña está "en riesgo de pobreza".

Y, sí, eso es cierto, pero es que ni Vox ni The Objective niegan que eso sea así. Ellos sólo denuncian que la Generalitat oculta la nacionalidad de los perceptores de la RGC. Y eso, se pongan como se pongan en Verificat, es verdad, porque no hay datos públicos desde 2021. Al final, habrá que verificar hasta al verificador porque, el verificador que verifica como verifica Verificat, mal verificador es. 

Importes de la RGC

La RGC se concede a todas las unidades familiares, independientemente de su tamaño, en las que los ingresos son inferiores al 100% del indicador de renta de suficiencia de Cataluña (IRSC). Éste está fijado en 614,65 euros en 14 pagas. Así, el umbral de ingresos se sitúa en 717,10 euros al mes en doce pagas.

De este modo, una persona sola sin ingresos de ningún tipo recibiría mensualmente ese importe. Si la unidad familiar tiene dos miembros, se reciben 1.075,64. Si tiene tres, 1.183,21 y, si tiene cuatro, 1.290,77. Si tiene cinco o más miembros, se reciben 1.305,11.

En el caso de que haya algún ingreso –inferior al IRSC, porque si hay ingresos mensuales superiores no hay ayuda- se resta a la cantidad asignada.

Así, una familia de tres miembros en la que uno de ellos tiene un trabajo a tiempo parcial por el que recibe 183 euros, recibiría 1.000,21 euros mensuales. Para recibir la RGC sólo hace falta  tener más de 23 años y llevar dos años residiendo en Cataluña. Según cómo (y ese es el drama) a veces sale más a cuenta no trabajar que hacerlo.