El Gobierno dice que España necesita 250.000 inmigrantes más en los próximos años
La ministra de Migraciones, Elma Saiz, defiende la inmigración para contribuir al estado del bienestar
España recibió el año pasado más de 50.000 inmigrantes ilegales, un aumento del 82% respecto al 2022, lo que nos sitúa en la peor crisis migratoria en años. La gran mayoría entraron por las rutas de Canarias y Baleares, y una vez aquí fueron repartidos por el Gobierno en varias comunidades autónomas. Pese a la amenaza que esto supone para la seguridad fronteriza e interior, el Gobierno de Pedro Sánchez hace un llamamiento a acoger más inmigrantes en los próximos años.
Así lo ha dicho la ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, en el informativo del canal colombiano NTN24. Según la ministra, hay que “tomar este desafío como una oportunidad”, porque “esto es el presente y el futuro”. A continuación ha dicho que “según varias instituciones, de aquí a 2050 necesitaremos entre 200.000 y 250.000 inmigrantes más para contribuir a nuestro estado del bienestar”.
Estas declaraciones llegan la misma semana que el Congreso ha dado luz verde a la regularización de 500.000 inmigrantes irregulares en España. Una iniciativa que salió adelante con el voto afirmativo del PP y la única oposición de Vox. Desde el partido de Santiago Abascal acusan al Gobierno y a sus socios de irresponsabilidad y de alimentar a las mafias que trafican con personas.
Un debate abierto sobre la inmigración
El Gobierno de Pedro Sánchez mantiene desde hace tiempo la tesis de que en España hace falta más inmigración para contribuir al estado del bienestar. La propia ministra Saiz dijo hace un mes que “la prioridad es incrementar la empleabilidad de los españoles, pero también conseguir ese volumen de trabajadores extranjeros en un marco de migración regulada, ordenada y segura”. En ese sentido, explicó que el mercado laboral español tiene “miles de puestos de trabajo sin cubrir”, y que los trabajadores inmigrantes aportan el 10% de la Seguridad Social y representan solo el 1% del gasto.
Pero sus detractores acusan al Gobierno de fomentar el efecto llamada que tiene como consecuencia la avalancha de inmigrantes que entran de forma irregular. De estos inmigrantes, muy pocos se acaban insertando en el mercado laboral mientras que el resto se quedan en la calle sin perspectivas de futuro. Esto crea bolsas de pobreza que muchas veces lleva a la delincuencia y al aumento de la inseguridad en los barrios.
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