
La Generalitat trae funcionarios de Marruecos para enseñar árabe en las escuelas
Desde Vox denuncian que esta medida no favorece la integración de los alumnos marroquíes, sino que la dificulta
La Generalitat tiene en marcha un programa oficial para impartir lengua árabe y cultura marroquí en centros educativos de la región. Este programa, conocido como LACM, incorpora a profesores procedentes directamente de Marruecos. Estos docentes son seleccionados, nombrados y retribuidos por el Ministerio de Educación Nacional marroquí a través de la Fundación Hasan II.
El programa se desarrolla durante el curso 2024-2025 y está presente en un total de 122 escuelas catalanas. De ellas, cuatro ofrecen estas clases dentro del horario lectivo habitual. Las 118 restantes lo hacen en horarios extraescolares. La iniciativa busca facilitar la inclusión escolar de estudiantes de origen marroquí, al tiempo que promueve la preservación de su identidad cultural.
Esta colaboración educativa forma parte de un acuerdo bilateral entre los gobiernos de España y Marruecos. De hecho, la normativa española recomienda que las comunidades autónomas impartan un mínimo de diez horas lectivas semanales de esta materia. También obliga a incluir los resultados de las evaluaciones en los boletines de calificaciones de los alumnos.

Rechazo en redes
No obstante, el programa ha generado polémica y rechazo por parte de sectores políticos y sociales en Cataluña. Vox ha sido uno de los principales críticos, solicitando la suspensión del proyecto. Argumentan que la iniciativa pone en riesgo la cultura nacional catalana y fomenta la segregación del alumnado marroquí, dificultando su integración real en la sociedad.
Además, Vox cuestiona el control que la Generalitat tiene sobre los docentes enviados desde Marruecos. Señalan casos polémicos, como el de Ayman Adlbi, antiguo presidente de la Comisión Islámica de España y bajo investigación por posibles vínculos con el terrorismo. Este aspecto aumenta las dudas sobre la transparencia y seguridad del programa.
Por otra parte, la reacción en redes sociales ha sido mayoritariamente negativa. Muchos usuarios expresan su preocupación por el efecto que este tipo de medidas pueden tener en la cohesión social. Critican que, en lugar de promover una integración efectiva, se contribuye a mantener guetos culturales y sociales:
"En lugar de poner dinero para una buena inclusión, lo que hacemos es mantener los guetos", "Estamos gobernados por incompetentes" dicen algunos. Otros usuarios lamentan directamente que “no vamos bien” con este tipo de políticas.
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