Galicia manda un aviso a Salvador Illa
El resultado de las elecciones gallegas confirman el batacazo socialista, que se queda tan solo con nueve diputados de 75, el peor resultado de su historia
Noche dolorosa, la de este domingo en Ferraz. El PSOE ha cosechado su peor resultado en unas elecciones en Galicia, con tan solo 9 diputados de 75. Se trataba de la primera prueba de fuego de Pedro Sánchez tras su pacto con Puigdemont y desde los socialistas se echó toda la carne en el asador para acabar con la mayoría absoluta del PP.
Nada más lejos de la realidad: Alfonso Rueda será presidente con dos diputados por encima de la mayoría absoluta y el PSOE sufre un batacazo histórico. Y recuerden que tras las gallegas llegarán las elecciones vascas, las europeas en junio y las catalanas entre el otoño de este 2024 y el invierno de 2025.
Las perspectivas electorales de los socialistas no son nada buenas. El fracaso de este 18 de febrero en Galicia no solo afianza a Feijóo, sino que enciende varias alarmas en el PSOE, que no en el entorno de Pedro Sánchez. El presidente del Gobierno optó para mantener Moncloa a toda costa y la mayoría de sus varones han pasado a ser peones de esta estrategia.
Esto la sabe bien Salvador Illa, que espera paciente su momento en Cataluña desde hace meses sin pasar al ataque. La aritmética parlamentaria obliga al PSC a aguantar un Govern que tan solo tiene 33 diputados y que no cumple sus promesas. No lo digo yo, lo admitía Salvador Illa hace unas horas hablando de los presupuestos de 2024.
Todas las encuestas son favorables a los socialistas catalanes. El Procés ha tocado fondo y la realidad política en Cataluña es extremadamente distinta a la de Galicia, por ejemplo. Para muchos, el PSC es la alternativa al independentismo, el único que puede llegar a la Generalitat y que no sea de Junts o ERC. El problema -o uno de ellos- es que Pedro Sánchez parece empeñado en cargarse a buena parte de su partido para salvarse él.
El aviso que llega desde Galicia para Salvador Illa
La sensación es que el tiempo no corre a favor de Salvador Illa. Es decir, no parece que el contexto político permita al PSC seguir creciendo en apoyos antes de las elecciones catalanas. La relación de Sánchez con Puigdemont limita los movimientos de los socialsitas en Cataluña.
Se hace muy difícil tener un discurso propio cuando es Carles Puigdemont quien escoge qué se aprueba y cuando se aprueba. Salvador Illa ha conseguido tener la centralidad política, pero se están moviendo muchas cosas y muy rápidamente. Junts está mutando su discurso, el PP de Alejandro Fernández coge fuerza y la aparición de Sílvia Orriols obliga a los socialistas a tomar partido en temas como la gestión de la inmigración.
Dirán que Salvador Illa no es Pedro Sánchez, pero el líder de los socialistas catalanes debería empezar a demostrarlo. La experiencia gallega debería servir de aviso al PSC.
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