El futuro esperanzador para Marine Le Pen

A Marine Le Pen, cuya popularidad sufrió lo suyo cuando Rusia invadió Ucrania, la otra guerra con intereses globales en juego, ahora no le está hiendo nada mal. A fecha de hoy, es la personalidad política más popular en Francia. Y tanto es así que se coloca en una óptima posición cara a las próximas Generales, que serán en 2027. A esos comicios, Macron no puede presentarse, pues sería su tercer mandato

Bien posicionada

La última encuesta que se conoce, de la consultora Ifop, coloca a Le Pen y su partido (Rassemblement National) en cabeza con un 31% de intención de voto en primera vuelta. El partido de Macron, siempre en el supuesto de que el candidato fuese Edouard Philippe, quedaría segundo con un 25%. El que fuera Primer Ministro francés entre 2017 y 2020 con Macron como presidente no esconde ya sus deseos de sucederle.

En tercer lugar queda La France Insoumisse, el partido de Melénchon, con un 14% de intención de voto. ¿Puede con estos números Le Pen convertirse en presidenta en 2027? A priori, parece difícil, porque el resto de partidos de izquierda y centro suelen alinearse con los candidatos oficialistas.

Si al 31% de Rassemblement se le suma el 6,5% de voto de Reconquéte, el 5% de les Républicains y el entorno a un 4,5% que suman Resistons y Debout La France. En teoría, y en una segunda vuelta, los votantes de estas fuerzas inequívocamente de derecha elegirían a Le Pen. Con eso, tenemos un 46'5%. Los partidos de centro e izquierda suman un 53,5%. Le Pen, si quiere ser presidenta, debe crecer aún más en intención de voto.

Seriedad

Con todo, el firme posicionamiento de Marine Le Pen frente al terrorismo de Hamás y los innegables problemas que vive una Francia cada vez más fragmentada, están impulsando sus expectativas. A finales de octubre lo decía claramente: “desde finales de 2015, el 90% de los autores de ataques terroristas o intentos de ataques son extranjeros”. Puede que no suene bien a muchos, pero no deja de ser cierto.

Y la verdad, al menos de cara a las encuestas, funciona. ¿Podríamos ver por vez primera una Presidenta de la República al otro lado de los Pirineos? En Italia, Meloni estaría encantada. Y aquí, Abascal, también. Si a Pedro Sánchez le sale la jugada, España quizá acabe convertida en el último bastión europeo de nadie sabe muy bien qué.