Alberto Núñez Feijóo ha estado el gran protagonista de las jornadas del Círculo de Economía de Catalunya. Y no es de extrañar. Es una de las personas más buscadas de España tras el adelanto electoral. Los sondeos lo dan como el mejor posicionado para llegar a la presidencia del Gobierno de España, y más tras los resultados de domingo.
De hecho, Pedro Sánchez era el encargado de clausurar las jornadas, pero finalmente evitó asistir. Así que dejó vía libre a Feijóo, que supo trabar un discurso de centralidad que ha gustado y mucho a los empresarios catalanes. "Un líder no debe esconderse, debe dar la cara. Yo estoy orgulloso de estar aquí con ustedes”, ha asegurado Feijóo, en una actitud muy diferente, por ejemplo, a la de Rajoy.
“Tenemos la oportunidad de elegir entre una política frívola e inconstante, o abrir una nueva etapa de solidez y calidad democrática. Y quiero que Cataluña sea clave en ello”, según el líder del PP.
De momento, las municipales han servido a los populares para recuperar un poco de músculo, pero esto no le basta a Feijóo. Aspiro a que sea un partido de gobierno en Cataluña. Es nuestra meta, que los ciudadanos vean al PP como un partido útil, como la respuesta a sus problemas”.
El discurso del presidenciable popular también ha incidido en su receta económica: superar la inflación y rebajar una deuda pública de 40.000 millones de euros. Para esto, es primordial, según él, "superar el enfrentamiento territorial y político, para recuperar la estabilidad que requiere la recuperación económica".
Alberto Núñez Feijóo también quiere una administración más ágil, con una estructura simplificada y con una política fiscal que permita "captar inversores". Y, hablando de impuestos, según el líder del PP los catalanes son unos "verdaderos patriotas" por los impuestos que llegan a pagar. Y se ha atrevido a tildar de injusto el impuesto de patrimonio. Si gana, lo eliminará el gravamen estatal y discutirá una armonización autonómica.