Montaje con dos primeros planos de Alberto Núñes Feijóo con cara seria y Santiago Abascal sonriendo
POLÍTICA

Feijóo despeja las dudas con Vox

El PP da calabazas al PNV para no perder los diputados de Abascal

Las urnas del 23-J dejaron un complejo escenario postelectoral lleno de trampas y dilemas para los grandes partidos. En la izquierda, el PSOE hace equilibrios para ganarse el apoyo de Puigdemont sin rendir al Estado. En la derecha, el PP trata de fraguar una difícil mayoría parlamentaria sin renunciar a la unidad con Vox.

La formación de la Mesa del Congreso abre este jueves 17 de agosto la partida de ajedrez para llegar a la Moncloa. PSOE y PP llegan con las fuerzas muy justas ya que ahora mismo se prevé un empate técnico. La llave del desempate la tiene el PNV, así que socialistas y populares llevan días cortejando a los nacionalistas vascos.

Plano medio de Andoni Ortuzar hablando en un mitin con el logo del PNV a un lado y un foto del Congreso de los Diputados de fondo

Pero en las últimas horas, Génova ha dado un volantazo. El PP ha descartado ofrecer la presidencia del Congreso del PNV a cambio de los votos que garantizarían la mayoría conservadora de la Mesa. Se trata de una decisión razonada que tiene como objetivo asegurarse el apoyo de los 33 diputados de Vox.

Génova opta por una estrategia conservadora

El secretario general de Coalición Canaria, Fernando Clavijo, abrió la caja de los truenos este fin de semana proponiendo que el PNV presidiera el Congreso. Aunque necesita el apoyo de los nacionalistas vascos, el PSOE cerró la puerta a esta opción. En Ferraz sólo contemplan una presidencia socialista.

Esto brindó una oportunidad de oro al PP para tentar al PNV. Los populares mantuvieron un tenso silencio durante horas, pero finalmente anunciaron su rechazo a la propuesta de una presidencia jertzale. La estrategia de Génova consiste en asegurar los 171 del bloque conservador, y esperar que el bloque progresista no sume.

Atraer al PNV hubiera sido un golpe encima de la mesa. No solo habría puesto en jaque la mayoría progresista en la Mesa del Congreso, sino que habría condicionado los ya de por sí endiablados pactos para la investidura. Sin embargo, pactar con los nacionalistas habría puesto en riesgo la unidad con Vox.

Objetivo, mantener la mayoría

Ante el flirteo de los populares con los vascos, Vox ha advertido de que no apoyará a Feijóo si este se apoya en los separatistas. El aviso encendió todas las alarmas en Génova. Perder los 33 diputados de Vox equivaldría a quedarse sin la mayoría de 171 escaños, que es en estos momentos la gran baza del PP.

Los 171 diputados (172 si cae el apoyo de Coalición Canaria) son clave para presentar a Feijóo ante el Rey Felipe VI como candidato a formar gobierno. Además, los populares creen que es vital para sostener el relato de que la derecha ganó las elecciones. Finalmente está el tacticismo consistente en esperar a que Sánchez fracase en sus alianzas.

Sin el apoyo del PNV, Feijóo se queda sin opciones de tener la mayoría en la Mesa del Congreso. Pero eso no significa que el PSOE vaya a conseguir la mayoría. Con el apoyo de Sumar, ERC, Eh Bildu, PNV y BNG (171 votos) no le vale a los socialistas, y necesitarán el beneplácito de los diputados de Junts.

Feijóo afianza su alianza con Vox

PP y Vox se las prometían muy felices tras la apabullante victoria de las derechas en las elecciones del 28-M. Pero a partir de entonces todo han sido problemas. Primero los líos por los pactos postelectorales, luego la insuficiente mayoría en las elecciones del 23-J, y finalmente la crisis abierta en Vox.

Plano medio de Alberto Núñez Feijóo en el balcón de Génova, con los brazos en alto haciendo el gesto de la victoria con los dedos

Todo ello ha despertado las dudas sobre la solidez de la alianza entre los dos partidos de la derecha. Feijóo flirteó con el PSOE en campaña electoral e incluso abrió la puerta a un gobierno en minoría con el apoyo de los socialistas. Además, tras la crisis de Vox surgió la posibilidad de que el PP lo aprovechara para comerse a los de Abascal.

Con el portazo al PNV, el PP despeja las dudas y deja claro que afrontará la carrera hacia la Moncloa de la mano de Vox. En Génova han optado por la estrategia conservadora. Y esta consiste en afianzarse en el cojín de 171 diputados y esperar a que el fracaso de Pedro Sánchez les brinde una nueva oportunidad.

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