Primer plano de Alberto Núñez Feijóo con rostro muy serio
POLÍTICA

Feijóo se asusta

El PP se ha desmarcado de la violencia y apuesta por las movilizaciones pacíficas

El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, ha ordenado secundar la línea de la movilización pacífica contra el Gobierno de Pedro Sánchez. Los populares se desmarcan así de los altercados vividos esta semana en las concentraciones frente a las sedes del PSOE. Unas convocatorias que sí estuvieron alentadas por Vox.

Este domingo, el PP ha convocado concentraciones contra la amnistía en las 52 capitales de provincia españolas. Génova ha dado instrucciones específicas para evitar la infiltración de elementos revoltosos y garantizar que las movilizaciones sean pacíficas. Los populares creen que la violencia desvía el foco de atención del acuerdo del PSOE con Junts.

El PP trata de marcar en estos momentos un perfil institucional que le diferencie del tono agresivo de Vox. No solo en el carácter de las manifestaciones, sino también en la retórica. Vox recurre constantemente a la fórmula del “golpe de Estado” para incentivar la revuelta popular, mientras que el PP prefiere utilizar eufemismos como “ataque el Estado de Derecho”.

Feijóo se pone el traje de líder de la oposición

En un primer momento, el PP guardó silencio sobre el asedio frente a las sedes del PSOE que desencadenó encontronazos con la policía. Al verse señalados por los socialistas como cómplices, los populares salieron a condenar la violencia. De hecho, responsabilizaron a Pedro Sánchez de la tensión social existente.

Pero hay una cuestión más de fondo. En el PP quieren vender la imagen de Alberto Núñez Feijóo como un líder de la oposición serio e irresponsable. Las algaradas de Vox pueden ir incluso a su favor para escenificar la existencia de una derecha institucional frente a otra más agresiva y peligrosa.

Además, en Génova creen que caer en una espiral de violencia es ponerse al mismo nivel que los independentistas y eso les hace perder credibilidad. Feijóo ya piensa en el debate de investidura de Pedro Sánchez. Para poder hacer una crítica efectiva al pacto Sánchez-Puigdemont, necesita llegar sin el expediente manchado por la violencia callejera.

Miedo a la 'extrema derecha'

Hay otra cuestión que asusta a Feijóo, y es que le puedan relacionar con la ultraderecha. El gallego siempre ha sido reticente a la alianza con Vox, y la connivencia del partido de Abascal con los radicales le aleja más de ellos. En el PP quieren ser contundentes en la oposición al gobierno, pero sin mimetizarse con la extrema derecha.

Lo que está claro es que PP y Vox siguen muy lejos pese a compartir un mismo objetivo. Los dos partidos siguen convocando sus manifestaciones por separado, y allí donde coinciden tratan siempre de evitar la foto conjunta. Para los de Abascal, el PP sigue manteniendo una actitud demasiado timorata frente al desafío de la izquierda y los independentistas.

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