Exdiputada de la CUP cuenta su drama al dejar la política porque no sabía qué hacer

La CUP se encuentra en pleno proceso de renovación, y encara las elecciones catalanas del 12-M con algo más que incertidumbre. La formación anticapitalista ha presentado las listas electorales para las cuatro demarcaciones, y se ha llevado una lluvia de críticas. Desde “entre todo no suman un año cotizado” hasta “vais camino de ser como Ciudadanos”. 

Quien no repite en las listas es Eulàlia Reguant, diputada entre 2017 y 2019 y entre 2021 y 2023. Reguant ha sido la cara visible de un período crucial para la CUP, pero abandonó su escaño para dedicarse al proceso de renovación interna. Ahora ha concedido una entrevista en Nació Digital, con una confesión cuando menos sorprendente. 

Reguant cuenta que ahora mismo “estoy trabajando en el Centro de Estudis de Unidad Popular”, el espacio de pensamiento de la CUP. Y reconoce que, cuando pensaba en dejar el escaño, “sufrí una crisis personal de no saber qué hacer”. Matemática de formación, la exdiputada admite que se vio invadida por esta sensación tras ocho intensos años en la primera línea política.

El drama de dejar la política en las carnes de una cupaire

Aunque su paso por la política ha sido relativamente corto, reconoce que la función de diputada lleva consigo una desconexión de la realidad. “A veces miras ofertas de trabajo y tienes claro que no esto lo sabes hacer, porque antes lo habías hecho, pero te cuestionas si después de ocho años lo seguirás sabiendo hacer”, explica. Es el drama de abandonar las cómodas alforjas de la política, ahora relatado en primera persona por una cupaire.

Reguant confiesa que cuando mejor se lo pasó fue el 6 de septiembre de 2017, cuando el Parlament aprobó las leyes de desconexión. Y que su peor momento fue cuando Pere Aragonès aprobó los presupuestos de 2022 con el PSC, “porque suponía el fin de un ciclo”. Cuando le preguntan si ha hecho algún amigo en el Parlament responde, oh sorpresa, Rubén Wagensberg.

Malos pronósticos para la CUP

Laia Estrada encabeza la candidatura de la CUP para las elecciones del 12-M, en las que las encuestas les dan un importante retroceso. Las elecciones han sorprendido a la CUP en pleno proceso de refundación, tras los últimos batacazos electorales. Su objetivo es seguir siendo decisivos en la cámara catalana, y poder facilitar un gobierno independentista con ERC y Junts.