La estrategia de Pere Aragonès y ERC para conseguir lo imposible: ganar las elecciones

Esquerra Republicana de Catalunya se juega muchísimo este 2024. De hecho, podríamos decir que nunca se había jugado tanto en las últimas décadas. Gracias a gobernar la Generalitat en solitario, estar presente en tres de cuatro diputaciones y varios ayuntamientos, tiene una estructura clientelar tan grande, que su paz interna solo pasa por mantenerla. ¿Saben cuánta gente vive ahora mismo con un suculento sueldo gracias a ERC? Solo en la Generalitat hay un millar de personas que directa o indirectamente dependen ahora mismo de Esquerra.

Imagínense si son importantes las elecciones catalanas que tenemos a la vuelta de la esquina en la calle Calabria. Y parece que los de Pere Aragonès han definido ya su estrategia para intentar mantener el poder, una tarea que se atisba a día de hoy casi imposible. Lo hemos visto esta última semana, donde pese a la crisis de la sequía y al conflicto con agricultores, ERC ha pasado al ataque.

Quizás el máximo exponente sea Sergi Sabrià, callado los últimos tres años, y el nuevo portavoz a la sombra de Pere Aragonès. Se prodiga en los medios de comunicación, dispara a socialistas y a Junts y, sorpresa, vuelve a hablar de independencia. "La única solución es la independencia", decía el viceconseller para hablar de la ley de amnistía este jueves en la SER. Y, como tampoco saben cómo hacerla, ponen encima la mesa ya indultos preventivos del Gobierno tras la norma, que da por hecho que se aprobará.

Es decir, se debe aprobar ahora la ley de amnistía y que nadie se preocupe, que el Gobierno de Pedro Sánchez ya indultará quién se quede fuera. Esta es una de las ramas de la nueva estrategia republicana: reforzar su lado más indepe, más reivindicativo. Aunque los hechos desmientan las palabras. Lo vimos en el Congreso, durante el debate de la ley de amnistía. La diputada de ERC Pilar Valluguera acusaba al estado de no democrático y hacía un discurso más propio de un partido de la oposición que de un socio de gobierno.

ERC empieza a atacar a los otros

Hasta ahora, el Govern de Pere Aragonès había tenido tanto trabajo apagando incendios, que ni se explicaba ni se justificaba. Desde hace unas semanas consideran que existe un problema de comunicación y que deben pasar al ataque. No se engañen, sus problemas para gobernar siguen siendo los mismos, pero han decidido que quieren entrar en el cuerpo a cuerpo. Este jueves en el Parlament los republicanos se enzarzaban con Junts por los agricultores. No les faltaba razón: el partido de Puigdemont ha votado en contra de proteger los alimentos europeos en Bruselas, mientras que aquí se pone el lazo verde.

También lo hemos visto con el PSC, con quien Sergi Sabrià es especialmente crítico. "A Salvador Illa se le hará muy complicado explicar que no vota los presupuestos", aseguraba el viceconseller en la SER. El relato de Esquerra es situar al líder del PSC como un soldado de Sánchez, alguien sin capacidad de decisión y sometido a Ferraz. 

Pere Aragonès empieza a sacar pecho

Tenemos, pues, la bandera y los ataques a sus principales rivales electorales. Son dos de los objetivos de Pere Aragonès para recuperar votos y centralidad política. Hay un tercero: empezar a sacar pecho de su gestión. Sé lo que pensarán, es imposible, pero es así.

"Este gobierno es autorresponsable del hecho que se haya llegado tarde con la sequía, igual que el PSC o Junts (que también han gobernado), pero nosotros somos los únicos que hacemos autocrítica y nosotros lo solucionaremos", decía Sabrià ayer. Solo hace falta pasearse por Nació Digital, el periódico oficialista de ERC. Este jueves publicaban que el Govern "ha destinado 560 millones en dos años en ayudas al mundo local por la sequía". Un poco más abajo podríamos leer: "Desdoblarán la canonada que pierde 225.000 litros de agua diarios desde hace 20 años". La campaña de publicidad -pagada religiosamente con miles de euros- seguía con esta noticia: "El Govern descartó la propuesta de la ACA de trasvasar agua del Ebro a Barcelona". No está nada mal en un solo día. 

Esta es la nueva estrategia de Esquerra: volver al procesismo más auténtico, buscar el cuerpo a cuerpo con Junts y PSC, y empezar a reivindicar una obra de gobierno. Lo tendrán difícil: casi nadie se cree ya la matraca del "ho tornarem a fer", Pere Aragonès no tiene perfil alguno para buscar el combate con Salvador Illa, y su Govern tiene muchas más sombras que luces. Sin embargo, parecen dispuestos a intentarlo. Hay demasiada gente que depende de esto.