La estrategia de Carlos Carrizosa para (intentar) salvar a Ciudadanos

En las elecciones al Parlament, Ciudadanos tiene ante sí el mayor reto al que se ha enfrentado en su historia. Tras ganar los comicios catalanes de 2017, el partido liberal luchará el próximo 12 de mayo para mantener su representación en la cámara catalana.

Las encuestas no son nada esperanzadoras para la formación naranja, que actualmente tiene seis diputados. En los distintos sondeos que se han publicado, no hay ni una sola que augure a Ciudadanos mantener su presencia en el Parlament, ya que obtendrían entre el 0 y el 1,8% de los votos. En este sentido, tampoco ayuda el adiós de Anna Grau, una de las diputadas más activas en la última legislatura, que ha decidido cerrar su etapa como política.

Sin embargo, sus dirigentes no pierden la ilusión y se muestran optimistas de cara a contradecir estas predicciones. Para conseguir sus objetivos, Carlos Carrizosa ya ha iniciado la precampaña. Y lo ha hecho siguiendo una clara estrategia. Esta se basa, sobre todo, en confrontar a PSC y PP. Es decir, en disputar a socialistas y populares el potencial electorado constitucionalista que comparten.

Ciudadanos llegó a ganar las elecciones en 2017 erigiéndose como el antídoto al independentismo. Con su confrontación directa con los procesistas, primero de la mano de Albert Rivera y después con Inés Arrimadas, la formación naranja obtuvo unos resultados históricos: 37 escaños.

En estos primeros días de precampaña, Carlos Carrizosa no ha dejado a un lado su crítica a los partidos procesistas. Sin embargo, ha redoblado sus ataques al PSC y al PP para convencer a su electorado. 

En los últimos días, hemos visto al candidato liberal responder a Dolors Montserrat, acusando al PP de “traicionar a sus votantes catalanes por sillones en Madrid” y reprochándole que “estuvieron valorando la amnistía durante 24 horas”. Además, también ha tachado a Alejandro Fernández de "marioneta" de Feijóo. Obviamente, también ha criticado con vehemencia los pactos del PSOE con ERC y el “cinismo” de Salvador Illa.

“Esta campaña va de traición o de lealtad. Ciudadanos siempre ha sido leal al constitucionalismo, a Cataluña y a España. Nacimos porque muchas personas estaban descontentas con las traiciones del PP y el PSOE, que siempre vendían a los catalanes, subordinando a los constitucionalistas a los intereses de ambos partidos en Madrid. Hoy, la razón que nos llevó a fundar Ciudadanos, sigue más vigente que nunca”, declaraba esta semana. 

 

Solo el tiempo dirá, y el 12 de mayo lo sabremos, si esta estrategia le acaba funcionando a Ciudadanos, aunque parece complicado. Lo que está claro es que los liberales están dispuestos a poner toda la carne en el asador para salvar los muebles y, de paso, la existencia del partido. Las elecciones catalanas y las elecciones europeas del 9 de junio sí que serán un plebiscito para los naranjas.