Ernest Maragall pasa de Oriol Junqueras

Ernest Maragall anunció el pasado viernes su retirada de la política en activo. El presidente de ERC, Oriol Junqueras, colgó el mismo día una publicación en Twitter elogiando su labor como “referente de compromiso para el país”. Han pasado cuatro días, y el excandidato a la alcaldía de Barcelona sigue sin responderle.

Un silencio significativo, que cobra más sentido con sus últimas declaraciones pidiendo una renovación y nuevos liderazgos en el partido. “Me apunté a ERC cuando Marta Rovira se fue al exilio, y lo dejo cuando habrá una ley de amnistía. Esto es también un mensaje claro de una nueva etapa y nuevas exigencias”, declaró.

Las palabras de Ernest Maragall alimentan al sector crítico con la cúpula de ERC, que creen que el papel político de Junqueras está agotado. El otro señalado por el declive del partido es Gabriel Rufián, que ni siquiera se ha hecho eco del adiós de Maragall. Una evidencia más de la lucha soterrada entre los republicanos.

Un mensaje con dardo envenenado

En su cariñoso mensaje de despedida, Oriol Junqueras se mostró “orgulloso” de caminar al lado de Ernest Maragall. Se mostró “profundamente agradecido”, y le describió como “un trabajador incansable por Barcelona”. En lugar de una respuesta, Maragall ha lanzado un órdago indirecto al presidente de Esquerra.

El excandidato a la alcaldía de Barcelona compareció este lunes en rueda de prensa para explicar su decisión de dejar la política. Considera que se abre una nueva etapa política que exige nuevos liderazgos. “Es el momento de que ERC salga a conquistar el país con más osadía y ambición”, afirmó.

Lo definió como “una nueva etapa en la que hay que poner toda la capacidad y liderazgos para afrontar bien y con la máxima confianza este período”. Además, hizo referencia a las elecciones catalanas, previstas para 2025. En sus palabras se puede leer una crítica tanto a los dirigentes (Junqueras, Rovira, Rufián) como a su estrategia.

Crítica a la estrategia 

Maragall evitó hablar de nombres y respaldó a la dirección, recordando que ERC ya celebró un congreso hace menos de un año. Un congreso en el que se avaló a Junqueras como presidente y a Rovira como secretaria general. Y en el que se aprobó también la estrategia política de la distensión, que sigue vigente.

Pero al hablar de “nueva etapa” y “nuevos liderazgos”, alimenta a los sectores críticos que piden paso a una nueva generación. ERC se encuentra en caída libre en las encuestas, y el panorama para las próximas elecciones catalanas se presenta muy oscuro. En el partido hay serias dudas de que Junqueras pueda reconducir el barco.

Pero además, al pedir “más ambición”, Maragall hace una crítica velada a la estrategia de estos últimos cuatro años. Hay que recordar que él tejió una alianza con Xavier Trias para formar un gobierno independentista en Barcelona, mientras ERC y Junts pactaban con el PSC en los municipios y las diputaciones. De alguna forma, Maragall señaló el camino de la unidad estratégica del independentismo, abandonada desde hace tiempo por Junqueras y Aragonès.

Oriol Junqueras no se va

La realidad es que Ernest Maragall se va, pero Oriol Junqueras se queda. De hecho, en sus últimas declaraciones el presidente de ERC no cerró la puerta a disputar a Pere Aragonès la candidatura de las elecciones al Parlament. En contra de lo que piensan muchos en ERC, Junqueras cree que su momento aún no ha llegado.

Si hace unos meses parecía claro que su final estaba cerca, la amnistía abre un escenario nuevo. Su rehabilitación para ostentar cargos públicos da alas a un Junqueras dispuesto a librar una última batalla contra Carles Puigdemont. Parece que el silencio de Maragall, y el eco de sus palabras, son solo una ligera zozobra en el río revuelto de Esquerra.