
ERC y Junts cambian de estrategia y buscan exprimir al máximo a Pedro Sánchez
El procesismo sabe que está de salida y ve en el PSOE un cajero automático de concesiones
La relación entre el Gobierno y sus socios procesistas, ERC y Junts, ha dado un giro inesperado al calor de los acontecimientos. Lo que antes era un apoyo incondicional se ha transformado en una estrategia de presión desesperada sobre el PSOE. Ambos partidos independentistas buscan ahora obtener concesiones significativas a cambio de apoyar a un cadáver político.
Visto con perspectiva, esta nueva táctica se inscribe en la dinámica del llamado “muro” de Sánchez. En principio, esta estrategia buscaba aglutinar a todas las fuerzas políticas minoritarias para aislar a la derecha. Sin embargo, los escándalos de corrupción que afectan al PSOE han convertido ese muro en un boomerang para el Gobierno. Ahora, en resumen, el PSOE es visto como un cajero automático para lo que quede de legislatura.

El giro de ERC y Junts: de aliados a exigencias
Durante los primeros años de la legislatura, ERC y Junts fueron dos de los pilares fundamentales sobre los que Sánchez construyó su mayoría. Sin embargo, con el paso del tiempo y el aumento de los casos de corrupción que afectan al Ejecutivo, ambos partidos han comenzado a replantear su apoyo. Ahora, exigen más a cambio de mantenerse en la coalición; esto confirma que 'Frankenstein' no tenía más sustancia que la de concentrar intereses de perdedores.
Este cambio ha sido especialmente visible en temas clave como el cupo catalán y las balanzas fiscales. ERC, por ejemplo, ha incrementado sus demandas. Ahora presionan para que el déficit fiscal de Cataluña se eleve a cerca de 30.000 millones de euros, mucho más de lo que el Gobierno había previsto. Este aumento refleja la estrategia de apretar al máximo a Sánchez. Además, la situación se agrava con el reciente caso de Santos Cerdán, implicado en un presunto cobro de comisiones ilegales.

Junts ha adoptado una postura similar. Después de meses de desacuerdos sobre el cumplimiento de los acuerdos, Junts exige “garantías” sobre los compromisos pendientes, especialmente en lo relativo a las balanzas fiscales y la cesión de competencias tributarias. En este sentido, la falta de un interlocutor por parte del Gobierno - antes lo era Santos Cerdán - ha generado más incertidumbre. Esto ha llevado a Junts a presionar aún más a Sánchez para que concrete cómo y cuándo se materializarán las medidas acordadas.
Entre estas medidas está la cesión del 100% de los impuestos a Cataluña, algo que se concretaría a través de una reforma de la ley orgánica de financiación de las comunidades autónomas. Según explicó el secretario general del partido, Jordi Turull, Junts quiere que se reconozca la "singularidad" de Cataluña previo paso a la cesión de los impuestos.
Más noticias: