
El entorno mediático de ERC ya propone a Rufián como candidato a la Generalitat
Mucha tirada mediática y estrategia del miedo: ERC tantea posibilidades de cara al futuro
“Del voto útil antifascista, de esto irán las próximas elecciones”, así se expresaba Eduard Voltas en una pieza de opinión en Nació, altavoz habitual de ERC. Su tesis básica es que, dentro del negociado del antifascismo, Rufián es la figura con más valor y potencial. Según Voltas, Rufián tiene la suficiente proyección como para incluso postularse a presidente de la Generalitat.
Esto revela algo que muchos, tanto dentro de ERC como fuera, ya habían señalado: que Rufián es una figura con vida propia. Forjado en la polarización mediática desde Madrid, y máximo representante de la estrategia junquerista de un independentismo ‘social’, Rufián es una categoría propia dentro de ERC. Esto explica que también tenga un pie en esa galaxia indefinida de la izquierda soberanista y plurinacional.
A juicio de Voltas, que a todos los efectos compra la estrategia de ERC, Rufián mira a Cataluña desde la periferia. Esto, dice Voltas, supone una diferencia con Junts, que vive de un voto tradicional de familias catalanoparlantes. En fin, estamos todavía en el marco procesista de “ensanchar la base” y llevar el independentismo a las barriadas periféricas y socialistas.

En este sentido, lo que viene a decir Voltas es que hay margen para actualizar esta estrategia, que claramente ha sido un fracaso. La actualización pasaría por superar a figuras como Puigdemont y Junqueras, y aprovechar la influencia mediática de Rufián. "Con Puigdemont hablando únicamente para el núcleo duro y diciendo que PP y PSOE son lo mismo, y con Junqueras inhabilitado y desnortado, Rufián es el único político independentista que puede concurrir a unas elecciones presentándose como el voto útil antifascista", dice Voltas.
Próximo paso
Dejando de lado que esto es un globo sonda del entorno mediático de ERC, lo más revelador es la apelación al antifascismo. Muestra que la izquierda - ERC en este caso - todavía cree en la estrategia del miedo a través de la polarización. O lo que es lo mismo: su decadencia electoral todavía no les impulsa a un cambio profundo de estrategia. Basta ver que su renovación ha sido poner a Junqueras otra vez.
Finalmente, toda esta indefinición en torno al “voto antifascista” conecta a Rufián con Podemos, Bildu y BNG. Por el momento, todos estos partidos están bajo el ala sanchista, pero resulta evidente que ya se preparan para un contexto de PP-VOX. La duda es si los factores más determinantes de la sociedad (vivienda, inseguridad, inmigración) desactivaran esta estrategia antifascista.
Por su parte, Rufián se deja querer en silencio y hace lo que mejor sabe: cebar su perfil mediático, ya sea en confrontación con Vox o con Luis Figo. Por el momento, se puede apuntar el éxito de haber sobrevivido al momento indepe (los 18 meses) y al momento sanchista. En última instancia, es un ejemplo muy depurado de partitocracia, ya sea española o procesista.
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