Empieza el pressing a Junts per Catalunya

¿Se acuerdan ustedes de aquello del ‘pressing CUP’? La expresión hizo fortuna cuando los anticapitalistas tuvieron en su mano investir a Artur Mas y recibieron duras presiones de los sectores procesistas. Hubo una campaña orquestada de insultos y amenazas para que facilitaran un gobierno independentista en el Parlament.

Ahora se repite la situación, pero en un sentido muy diferente. Junts, el partido de Carles Puigdemont, ha empezado a recibir presiones para que ceda a sus pretensiones y facilite la investidura de Pedro Sánchez. 

Los siete diputados de Junts son clave para reeditar la coalición de izquierdas en el Congreso. De lo contrario habrá repetición de elecciones, y por lo tanto una segunda oportunidad para PP y Vox para buscar la mayoría absoluta. 

Un arma de doble filo

A priori, Junts se encuentra de forma inesperada con el escenario soñado. Por un lado, una situación de bloqueo político en España que debilita al Estado de cara a su ofensiva contra el desafío procesista. Por otro lado, una oportunidad de oro para que Junts puede hacer valer su papel de fuerza insobornable del independentismo.

En realidad, la situación es un arma de doble filo para Junts. Si rebaja las demandas para la investidura del PSOE se arriesga a caer en lo mismo de lo que lleva meses acusando a ERC y recibir el mismo castigo en las urnas. Si no cede y lleva España a unas nuevas elecciones puede propiciar la mayoría absoluta de PP y Vox.

Presión para Junts

Ante esta situación, En Comú Podem ha iniciado las presiones al partido de Puigdemont para que facilite el gobierno de izquierdas. “Que nadie tenga la tentación de regalar una segunda oportunidad a PP y Vox”, ha dicho la líder de los Comunes en el Parlament, Jéssica Albiach.

Según ha dicho, “Cataluña ha demostrado ampliamente su compromiso antifascista en las urnas”. Y ha advertido de que “ahora somos los partidos catalanes los que tenemos en nuestras manos decidir si tenemos un Gobierno a favor de Cataluña o uno que vaya a la contra”.

Albiach advierte a Junts de que un gobierno del PP y Vox podría “acabar con Cataluña y arrasar con todo aquello que sea catalán”. Inicia así una presión sobre el partido de Puigdemont, poniéndolo entre la espada y la pared. Ya saben ustedes como acabó aquello del ‘pressing CUP’, con Artur Mas dando un paso al lado y el ascenso de Carles Puigdemont.

Por ahora, Junts se mantiene inflexible y recuerda que no se debe a nadie más que a sus votantes. En el PSOE, mientras, llaman a la calma y se muestran convencidos de hallar “fórmulas para la gobernabilidad”.