Empieza el 'pressing ERC': Lluís Llach le hace el trabajo sucio a Puigdemont
El presidente de la ANC arremete como nunca contra Esquerra tras el preacuerdo con el PSC
El preacuerdo entre ERC y PSC para investir a Salvador Illa ha desatado los nervios en Junts, que se ven los próximos cuatro años en la oposición. Esto complica mucho el horizonte político de Carles Puigdemont, con su crédito ya muy agotado. A los juntaires aún les queda un último resquicio, y están centrando todos sus esfuerzos en presionar a la militancia para que tumbe el acuerdo en la consulta del próximo viernes.
Se trata eso sí de una guerra de baja intensidad llevada a cabo desde los afines a Junts en las redes sociales. La cúpula del partido de momento mantiene la prudencia y evita grandes valoraciones sobre un acuerdo que les complica mucho las cosas. El silencio más llamativo, el de Carles Puigdemont, que prefiere esperar el desarrollo de los acontecimientos en los próximos días antes de tomar una decisión sobre su regreso.
Impuesta la prudencia en Junts, Lluís Llach ha asumido la labor de desgastar a ERC y se ha empleado a fondo en ello. El presidente de la ANC lleva tiempo enfrentado a los republicanos, especialmente con la cúpula dirigida por Oriol Junqueras y Marta Rovira. El pacto con el PSC ha sido el detonante de una ofensiva que tiene como objetivo condicionar el voto de los militantes en la consulta del próximo jueves.
Lluís Llach y la guerra total contra ERC
Lluís Llach lanzó la primera advertencia el pasado viernes, cuando en una entrevista en Ràdio Canet de Mar dijo que “la ANC hará lo que haga falta para que Illa no sea presidente”. Hizo hincapié en que harán “cualquier cosa antes que rendirse y renunciar a un gobierno independentista”.
Tras conocerse el preacuerdo, Lluís Llach se ha puesto a tuitear indiscriminadamente contra ERC y a retuitear a los militantes contrarios al acuerdo. El presidente de la ANC, entidad teóricamente transversal que aspira a aglutinar todas las tendencias del independentismo, ha acabado lanzando una advertencia a la militancia de ERC: si votan a favor del acuerdo, "enviarán al partido a la papelera del independentismo".
Lluís Llach ha retuiteado a Laia Estrada de la CUP, a los CDR, al Colectivo Primero de Octubre (críticos de ERC) y a Vicent Partal. Un amplio espectro del espacio contrario al pacto ERC-PSC, que muestra la división actual del independentismo. Esquerra acepta las críticas pero también advierte que los insultos y las presiones recibidas estas últimas horas son inaceptables.
El pressing arroja la militancia al 'sí'
En las últimas horas la dirección de ERC ha recibido una avalancha de insultos y amenazas que se resumen en las palabras traidores y botiflers. El entorno de Junts y la ANC también están presionando a la militancia para que voten en contra. Una situación parecida a la que sufrió Junts cuando invistió a Pedro Sánchez, solo que en aquella ocasión la cúpula no sometió la decisión a las bases.
La situación recuerda también al pressing CUP, las presiones que recibieron los cupaires en 2016 desde el entorno de Junts para que invistieran a Artur Mas. En aquella ocasión, la CUP acabó forzando el paso al lado de Mas que propició el ascenso de Puigdemont. Esto podría ocurrir también ahora, ya que las presiones de Junts van camino de provocar el efecto adverso en la militancia de ERC.
Ahora mismo la militancia se decanta por el sí, ya que entienden que ante la situación adversa actual, con la crisis interna y los últimos fracasos electores, lo mejor es rearmarse condicionando el gobierno del PSC. Si además, de paso, pueden mandar a Junts a la oposición, mucho mejor. La idea de enviar a Carles Puigdemont definitivamente a la papelera de la historia podría ser decisivo para el voto afirmativo de la militancia.
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