Duran i Lleida reaparece con duras palabras contra los partidos procesistas
Les culpa de la destrucción de Cataluña en los últimos años y pide estabilidad para retomar la senda del progreso
Josep Antoni Duran i Lleida fue el rostro visible del nacionalismo conservador catalán y una de las personalidades políticas más destacadas durante la época del pujolismo. Dejó la política activa en 2016, para dedicarse al mundo de la empresa y la actividad académica. Aun así, nunca ha dejado de estar conectado con el mundo de la política, colaborando por ejemplo con la OCDE o escribiendo una columna mensual en el periódico La Vanguardia.
En su último artículo, con motivo de las elecciones europeas del domingo, ha cargado duramente contra los partidos procesistas. Les culpa de la “crisis” y la “depresión política” que se ha gestado durante “más de una década”, sembrando “la semilla de la frustración”.
En un retrato demoledor del procesismo, ha dicho que “no solo somos independientes, con prestigio internacional y un Estado rico como se nos pregonaba”, sino “más dependientes, sin reconocimiento de la UE y en muchos aspectos más empobrecidos”.
El expresidente de Unió Democràtica de Catalunya pide “estabilidad” para “pasar página” al Procés y “retomar el camino del progreso económico y social”. Pero advierte que esto no ocurrirá hasta que se rompan los “bloques divisorios” de los últimos años y se avance hacia la “transversalidad”.
Una transversalidad que debe construirse, a su parecer, a partir de la conformación de una mayoría política surgida de los resultados electorales del 12 de mayo. Por eso suplica a los partidos procesista que “no provoquen una repetición electoral” que “no beneficiaría a nadie y perjudicaría a todos”.
Estabilidad y credibilidad institucional
Para el político catalán “la fragmentación y la incapacidad de administrarla” son la fuente de la “inestabilidad” que “debilita las instituciones y su credibilidad”. Lo cual es un dardo directo a ERC y Junts, a Junqueras y Puigdemont, a quienes culpa de la división provocada estos últimos años en la política catalana. Algo que ha "destruído mucho" y ha "consumido muchas energías" que ha interrumpido el progreso social en Cataluña.
Duran i Lleida no habla en vano de la debilidad institucional y su credibilidad. En los últimos años hemos asistido a una pérdida alarmante de credibilidad institucional que ha aumentado la desafección política entre la ciudadanía. Instituciones milenarias y de primer orden como el Parlament de Cataluña han sido degradados y convertidos en meras herramientas de unos partidos al servicio de sus intereses políticos.
Además, Duran i Lleida pide ir a votar en las elecciones europeas del domingo para impedir el ascenso de los populismos y las opciones ultraderechistas. En este sentido, apuesta claramente por la reedición de la coalición entre democristianos y socialdemócratas, “sin la cual no se entendería el modelo de paz y bienestar social de la UE”.
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