La doble moral de la izquierda animalista catalana con los rituales halal

El Parlament de Cataluña está tramitando desde hace cuatro meses una proposición de ley para prohibir las "modalidades más agresivas" de los 'correbous'. Fue una propuesta de la CUP y los Comuns, que contó con la abstención de ERC, Junts y el PSC y el voto en contra de PP, Vox y Ciudadanos. Gracias a la indeterminación de los tres grandes partidos catalanes, la propuesta salió adelante.

A partir de aquí, la idea es modificar la ley actual que sí permite espectáculos que no terminan con la muerte del animal en municipios en los que existe esa tradición. La intención es que los  'correbous al mar', los 'bous capllaçats' y los 'bous embolats' sean prohibidos. Tanto la CUP como los Comuns destacaron el "impacto negativo" que estas fiestas tienen en los animales: "Queremos situar Cataluña como país pionero en la defensa de los derechos de los animales", añadía el diputado de la CUP Dani Cornellà. Jéssica Albiach, presidenta de los Comuns, iba en la misma dirección y defendió la ley porque "es a favor de un país mejor" para que Cataluña "esté a la vanguardia de la protección de los animales". 

El debate sobre los correbous es profundo, complejo y se ha hecho demasiadas veces sin escuchar la voz de las entidades taurinas de les Terres de l'Ebre. Lo cierto es que partidos políticos como los Comuns y la CUP se han mostrado completamente contrarios con un único argumento: el bienestar animal y convertir Cataluña en un lugar donde no estos no sufran. En un sentido similar se mostró en 2022 Pere Aragonès, que pidió cambios en los correbous por "una cuestión de bienestar animal".

Curiosamente, ni la CUP, ni los Comuns ni Esquerra han llevado al Parlament la prohibición del sacrificio animal con los rituales halal y kosher, pese a ser evidente que el animal sufre, ya que no hay aturdimiento previo. Ha sido el Tribunal Europeo de Derechos Humanos quien lo acaba de avalar, situando por encima el bienestar animal a la libertad religiosa. No hemos escuchado ni una palabra de la izquierda animalista catalana en este sentido, ni antes de la sentencia ni en las últimas horas. Curioso para quien quiere que Cataluña "esté a la vanguardia" de los derechos de los animales".

El ritual halal consiste en cortar el cuello a los animales, que se desangran durante horas hasta que les llega la muerte. En varios países de Europa está prohibida esta práctica, mientras que en otros solo se permite para consumo local, no permitiendo la exportación. El ritual halal practica un aturdimiento eléctrico no letal que respeta "el espíritu del sacrificio religioso".  Pues bien, en este caso, silencio absoluto de la izquierda animalista en el Parlament. Es más, la Generalitat presentaba hace dos meses la marca "Catalunya Halal", para exportar por todo el mundo productos elaborados con el ritual halal.

Solo la comunidad islámica catalana alza la voz

El Tribunal Europeo de Derechos Humanos no ha prohibido el uso de los rituales halal y kosher, sino que ha avalado su prohibición. Ahora, consecuentemente, se debería prohibir en nuestro país. No sería coherente defender el bienestar animal y no prohibir unos rituales donde el animal sufre durante horas hasta la muerte. De momento, solo ha hablado la Unión de Comunidades Islámicas de Cataluña. Su presidente, Mohamed El Ghaidouni, espera que tanto el Gobierno como la Generalitat "tengan en cuenta la libertad religiosa de los musulmanes".  El Ghaidouni recuerda que el derecho a la libertad de culto está recogido en la Constitución y en el Estatut catalán.

De momento, los partidos catalanes, excepto Aliança Catalana de Sílvia Orriols, callan y no han dado su opinión sobre el fallo del TEDH. Hace dos años, Junts, ERC, el PSC y la CUP votaron en contra en Ripoll de acabar con los sacrificios halal en el matadero de este municipio, tras una moción de la propia Orriols. Veremos que dirán ahora si alguien se decide llevarlo al Parlament.