Míriam Nogueras y Gabriel Rufián conversando frente a un fondo con el logotipo de RTVE.
POLÍTICA

Críticas salvajes a Junts y ERC por los nombramientos de RTVE: ‘Enchufados’

El electorado ‘indepe’ lleva cada vez peor que el procesismo sea una agencia de colocación de afines

Si algo ha resultado muy difícil de asumir para muchos votantes y simpatizantes del nacionalismo catalán es que ERC y Junts forman parte del sistema político español como cualquier otro actor. Esto no se aprecia con la actividad política habitual (Congreso, alianzas parlamentarias, subvenciones públicas, etc.), sino cuando ocurren cosas como la de RTVE.

Como se explicaba ayer, Junts y ERC han colocado a dos de los suyos, Miquel Calçada y Sergi Sol, en el consejo de administración de RTVE. Se trata del clásico reparto de poder político que siempre ha caracterizado a los medios de comunicación públicos. En este caso, el PSOE intenta colonizar todavía más la televisión y eso implica dar su parte del pastel a los socios.

Cartel de RTVE de color naranja y las letras blancas, situado en el terrado de sus estudios

Además, el decreto del Gobierno para aprobar su propia decisión está diseñado de tal manera que sí o sí triunfará. Si en primera votación no se obtienen dos tercios de la cámara, se procederá a una segunda votación en la que bastará con mayoría absoluta. Será entonces cuando Sol (jefe de gabinete de Junqueras) y Calçada (exdiputado de Junts pel Sí) entrarán a formar parte de la cúpula directiva de la televisión española.

Además de Sol y Calçada, la cuota catalana de reparto de poder también bendecirá a Marta Rivas, propuesta por Sumar. En el ejercicio de la política desde 2004, Ribas fue coordinadora de ICV antes de que los Comuns hicieran una OPA a este espacio político. Con este nombramiento, Ribas consigue instalarse en un jugoso cargo mientras Sumar se desmorona sin remedio.

Indignación entre 'indepes'

El enfado entre los sectores independentistas es máximo. Más aún si se tiene en cuenta que estos nombramientos se aprobaron ayer, mientras la DANA dejaba cerca de un centenar de fallecidos. Pero, al margen de la desgracia, la indignación de los indepes viene por el hecho de que el procesismo todavía se agarra con ansia a los repartos de poder del Estado que, en teoría, quieren demoler.

Una de las figuras más críticas con el procés, Bernat Dedéu, destacado escritor y columnista, se ha mostrado muy airado en redes sociales. “Mientras la gente se ahogaba, los diputados indepes han creído que era un buen momento para aprobar la renovación de la cúpula de los medios españoles. La tomadura de pelo de esta gentuza es tan oceánica que da miedo”:

Además de Dedéu, son otros muchos los usuarios independentistas que se reafirman en la idea de que, ante los cargos y los altos sueldos, las conciencias se disuelven. Algunos aplauden tímidamente el nombramiento de Calçada por su experiencia periodística, pero el que no se libra del alud de críticas es Sergi Sol:

Asistimos, pues, a una situación que ha venido siendo muy común y que solo ahora ha empezado a hacerse odiosa para los votantes nacionalistas. Es decir, que el procés nunca haya tenido la intención real de separarse del Estado. Esto explica que el abstencionismo haya sido (y sea) el mayor reto de Junts y ERC. 

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