Críticas al Govern por mandar 600 inmigrantes ilegales a una pequeña localidad costera

La llegada de grandes contingentes de inmigración ilegal a localidades de la costa catalana ha causado indignación. El caso saltó a la opinión pública cuando se conoció el traslado de 300 inmigrantes irregulares a Calella (Maresme). Ahora, la escena se repite con la llegada de 600 extranjeros en Malgrat de Mar.

Estas localidades costeras de 19.000 habitantes cada una son los emplazamientos elegidos por el Govern para trasladar a los inmigrantes llegados desde Canarias. El Estado repartió a los recién llegados por varias comunidades autónomas, entre ellas Cataluña. Ante la falta de alojamiento suficiente para albergarlos a todos en Barcelona, las autoridades decidieron su traslado a localidades de la costa.

La intención del Govern es aprovechar la capacidad hotelera de los pueblos de la costa en temporada baja para albergar a los inmigrantes. El problema es que los recién llegados solo pueden quedarse un mes en el hotel, y luego se quedan en la calle. El plan del Govern ha generado numerosas críticas ciudadanas.

Preocupación por la situación

“Los senegales, todos hombres jóvenes, llevan dos meses en Calella, en hotel a primera línea de mar todo incluido. Ahora 600 más en Malgrat de Mar. A cuántos más tenemos la obligación de escoger, ¿mil, un millón, toda la población del Senegal?”, dice un mensaje dirigido al Govern y a la consellera Tània Verge.

También critican que los inmigrantes tengan “cobertura sanitaria, alojamiento y dietas hasta que demuestren tener trabajo y arreglen sus papeles”. En esta misma línea, señalan que “lo que sí que sabemos es que estamos pagando tu y yo”. Piden que se aplique la ley de extranjería y “los devuelvan a su país”.

Vox critica la gestión

Vox ha alertado de “los problemas que puede suponer para la comarca del Maresme la llegada de refugiados subsaharianos procedentes de Canarias”. Según el partido, “podría suponer colapsos en centros sanitarios y servicios sociales”. Además de “conflictos y problemas de convivencia con los vecinos”.

Según el comunicado de Vox, “los refugiados son varones mayores de edad”, algo llamativo porque “hasta ahora, en las crisis humanitarias, los refugiados eran mujeres y niños”. Esto genera, dicen, “preocupación y miedo” entre los vecinos. “Desconocen si estos refugiados son portadores de alguna enfermedad”, añaden.

Vox lamenta ser la única formación que pone el caso encima de la mesa, criticando así el silencio cómplice de otros partidos. Por su lado, las organizaciones humanitarias piden evitar los mensajes alarmistas. Recuerdan que estas personas llegan asustadas y desorientadas, y que su único propósito es conseguir un futuro digno.