
La crisis del PSOE une a los partidos del cordón sanitario en el Parlament de Cataluña
Junts. ERC. Comuns y CUP han vetado la comparecencia de Salvador Illa propuesta por PP y Vox
El PP pidió la alteración del orden del pleno para que Salvador Illa diera explicaciones sobre la trama de corrupción que salpica al PSOE. Los populares pidieron explicaciones por su aparición en el informe de la UCO. Vox se sumó a la petición, lo cual obligó al presidente de la cámara, Josep Rull, a someter la cuestión a debate y votación.

Esto evidenció la fragmentación del Parlament entre PP y Vox, y el resto de la cámara. La crisis de corrupción que amenaza a los gobiernos progresistas ha acentuado esta realidad. PSC, Junts, ERC, Comuns y CUP votaron en contra de la comparecencia de Salvador Illa.
La primera en intervenir fue Laia Estrada, de la CUP, que apeló al “pacto antifascista” para justificar su rechazo a la comparecencia de Salvador Illa. “No votaremos ninguna propuesta que venga de la extrema derecha”, afirmó. “Pero si Salvador Illa voluntariamente en otra ocasión considera interesante posicionarse sobre esta cuestión lo encontraremos la mar de bien”, fue el posicionamiento de la CUP.
Comuns también mostró su apoyo sin fisuras a Salvador Illa frente a PP y Vox. De hecho, David Cid no pidió explicaciones a Illa pero sí se acordó de casos que afectan al PP como la Púnica y Gürtel. "Nosotros seremos implacables contra la corrupción, pero nosotros no haremos el juego a la extrema derecha y sus escolanets que són ustedes", dijo dirigiéndose al PP.
Junts registrará una petición de comparecencia
ERC utilizó la misma estrategia, intentando salvar a Salvador Illa atacando al PP. "Nosotros de la mano del PP y Vox no iremos nunca", dijo la portavoz Esther Capella. Además dijo que Esquerra no ha tenido nunca "casos de este tipo". Lo cual generó risas en el hemiciclo porque muchos se acordaron de la corrupción en la DGAIA.
Junts justificó su voto contrario porque "no participaremos de la españolización que se quiere hacer siempre de esta cámara". La portavoz Mònica Sales se desmarcó de la guerra entre PSOE y PP. Anunció, eso sí, su intención de registrar una petición de comparecencia del President de la Generalitat "para saber si la presunta corrupción afecta a Cataluña".
Los socialistas argumentaron que la petición no procede "porque los hechos a los que se refiere son ajenos al President Illa". Critó a quienes "quieren convertir el Parlament para sus maniobras oportunistas". La portavoz Elena Díaz dijo que la lucha contra la corrupción se demuestra "actuando de forma contundente y expulsando a los culpables".
El cordón sanitario se hace fuerte
Más allá de la propuesta en concreto, sirvió para evidenciar la solidaridad entre progresistas y procesistas ante la crisis que amenaza sus mayorías. Todos los partidos que de una forma u otra prestan apoyo a PSOE y PSC repiten estos días una misma idea. La corrupción es criticable, pero el peligro real es el ascenso de la extrema derecha.

Los partidos están utilizando el miedo a la ultraderecha como justificación para blanquear la corrupción. En el fondo está protegiendo sus intereses, que de una forma u otra están vinculados con la supervivencia de Pedro Sánchez.
En esta ocasión, todos los partidos, de la CUP hasta Junts, han utilizado el cordón sanitario para bloquear la propuesta de comparecencia de Salvador Illa. Su principal temor es que PP y Vox capitalicen la crisis de presunta corrupción. Esto ha reforzado el cordón sanitario justo en el momento en el que partidos como Junts habían mostrado sus reservas.
En definitiva, se demuestra que la extrema derecha sigue siendo el principal elemento movilizador de la izquierda y el procesismo para evitar su hundimiento. Esto está marcando también los diferentes enfoques de la crisis de presunta corrupción de salpica a los socialistas.
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