La crisis del PSOE refuerza el tripartito en Cataluña y endurece la oposición

La situación actual confirma que todos los socios del PSOE eran rehenes voluntarios. La prueba está en que ninguno de ellos se mueve un milímetro a pesar del hedor de la presunta corrupción del PSOE. De hecho, han sido los socios los que se han encargado de defender muy vivamente la idea de que todo esto era una caza de brujas del Estado profundo. Rufián, por ejemplo, acusaba al juez Hurtado, del Tribunal Supremo, de trabajar para el PP.

Sin embargo, la evidencia de que la presunta corrupción es un hecho no ha servido para que los socios cambien de opinión. Algunos, como Junts, dicen que ellos solo miran por sus intereses en Madrid. Otros, como ERC, dicen que tomarán decisiones cuando sepan si lo de Santos Cerdán “no es un caso aislado”, dijo Rufián. Que el Fiscal General, la esposa, el hermano y los dos secretarios de organización estén imputados parece no ser suficiente.

En Cataluña, la situación se replica a su propia escala. De hecho, aquí hemos visto a David Cid diciendo que el PP también es un partido muy corrupto y que Feijóo se hacía fotos con narcos. Y desde ERC se limitan a decir que las explicaciones que ha dado Sánchez son “insuficientes”:

Pero lo cierto es que ni Comuns ni ERC van a hacer ningún movimiento que ponga en riesgo su pequeña parcela de poder. La razón es tan sencilla como que no les interesa acudir a unas elecciones, ni generales ni autonómicas. Si ese fuera el caso, lo más probable es que se dieran un segundo batacazo electoral, tal vez el definitivo.

Esta situación solo confirma que la primera fase del postprocesismo tenía un formato sanchista. Es decir, una coalición de perdedores que depende completamente del partido líder; en Cataluña, el PSC. Así pues, es de esperar un desfile de poses entre Comuns y ERC para intentar separarse todo lo que sea posible - que es poco - de los socialistas.

La oposición saca la espada

Por otro lado, la oposición carga con todo contra el PSC. Desde el PP, por ejemplo, su portavoz, Juan Fernández, recuerda que Koldo había extendido la trama por Cataluña. Incluso le llegó a asegurar a Santos Cerdán que la UCO iba detrás de Illa:

Desde el lado de Vox, Ignacio Garriga actúa como número dos del partido a nivel nacional y pide una moción de censura a Sánchez. “Es un insulto que Sánchez diga no se enteró de lo que hacían su mujer, su hermano, su fiscal general y sus 3 hombres de confianza”, decía recientemente Garriga en declaraciones a la prensa:

Finalmente, esta situación ha confirmado otra cosa que en apariencia estaba alejada. Y es que se confirma que Junts no es oposición a Salvador Illa en el Parlament. Como mucho, Junts es una plataforma desde la que Puigdemont puede actuar para intentar conseguir la amnistía.