
El conflicto por una ocupación en Gerona abre una guerra interna en la CUP
Los sectores más radicales cargan contra el partido en Gerona: 'ya no se aguanta por ningún lado'
El reciente conflicto por una ocupación en Gerona ha puesto en evidencia las profundas tensiones internas que atraviesan la CUP. En el centro del debate se encuentra el caso de la familia Nouama. El gobierno municipal de Gerona, encabezado por los cupaires, decidió desahuciarles tras acusaciones de fraude en el alquiler social. Este enfrentamiento ha generado una división dentro de la formación, que se ve cuestionada por su sector más radical.
El Sindicato Socialista de Vivienda, de la órbita de la CUP, ha cargado contra el equipo de gobierno, acusando a los cupaires de haberse alineado con Vox. Por su parte, la concejal de Igualdad y Justicia, Amy Sabaly, defendió la actuación del gobierno local. La concejal explicó que la familia había acumulado una deuda de 18.000 euros y que la vivienda estaba siendo utilizada de manera irregular. Sin embargo, la versión del sindicato difiere, argumentando que el caso está siendo utilizado para "criminalizar" y "justificar" un desahucio basado en "falacias":
Los radicales cargan contra la decisión municipal
Este incidente refleja una creciente fractura entre el sector institucional de la CUP y sus bases más radicales. El sindicato de la vivienda acusa a la CUP de rendirse a los intereses del mercado inmobiliario y de traicionar los principios de lucha social y de liberación nacional. Así mismo, los ataques hacia la gestión de Gerona se han multiplicado desde otros sectores críticos, evidenciando la polarización interna.

Los militantes de la CUP se han dividido en sus reacciones. Por un lado, algunos como 'Jordi PL', militante destacado de la CUP en Sant Sadurní, defienden la actuación del gobierno municipal, considerándola necesaria para evitar el fraude en la vivienda social. Por otro lado, hay quienes consideran que los cupaires de Gerona han caído en el oportunismo y han abandonado los principios fundamentales del movimiento. Algunos hablan de que "lo de la CUP ya no se aguanta por ningún lado":
Este conflicto también ha sido analizado por Laia Canigó en la revista Tanyada, donde destaca que no es la primera vez que el gobierno de Guanyem Girona adopta posturas que no representan la línea política de la CUP. Según Canigó, "esta no es la primera situación en la que el gobierno de Guanyem Girona expresa posiciones y reproduce discursos que creemos que no deberían caracterizar, ni tampoco representan, la línea política de las candidaturas vinculadas a la Izquierda Independentista y la CUP":
La situación de Gerona subraya las tensiones entre la CUP institucionalizada y sus sectores más radicales, que luchan por mantener una coherencia ideológica mientras gestionan el poder en el ámbito local. Es el precio del 'Procés Garbí', que simplemente se reducía a ser un partido normal, es decir, con contradicciones.
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