Montaje fotográfico con Pere Aragonès de Fondo y con Salvador Illa, Carles Puigdemont y Jéssica Albiach en blanco y negro en primer plano

POLÍTICA

Cataluña entra en una dimensión desconocida y avanza hacia el bloqueo político

La ruptura de los bloques y la división del independentismo complican cualquier alternativa de gobierno estable tras las elecciones

Las elecciones generales del 20 de diciembre de 2015 abrieron una etapa de incertidumbre que se alargó durante cuatro años y dos repeticiones electorales. La crisis del bipartidismo, la fragmentación del arco parlamentario y el empate técnico entre los dos bloques (izquierda y derecha) llevaron a un largo y agónico bloqueo político. ¿Podría suceder lo mismo tras las elecciones anticipadas del próximo 12 de mayo en Cataluña?

La convocatoria de elecciones ha abierto un nuevo escenario, probablemente el más incierto de los últimos años en Cataluña. Con el independentismo lejos de la mayoría y el estallido de la crisis ERC-PSC-Comunes, las opciones se reducen mucho. El reto de los partidos después de las elecciones será explorar las diferentes vías para la confirmación de un gobierno estable.

Con las últimas encuestas en la mano se abren tres posibles escenarios, condicionados eso sí al impacto que puedan tener los últimos acontecimientos. Por ejemplo, está por ver cómo afectarán la caída del Govern, el ‘caso Koldo’ y el efecto Puigdemont a las expectativas electorales de ERC, PSC y Junts. De momento, la tendencia de voto apunta a un gobierno del PSC con ERC o con Junts, o a un gobierno de Junts apoyado por el PSC.

El tripartito, casi descartado

El problema es que la guerra de los presupuestos ha hecho saltar por los aires el plan A, que era un tripartito progresista PSC-ERC-Comunes. Además, Esquerra ha reiterado en las últimas semanas su negativa a gobernar con Salvador Illa. Esto aleja a ERC del futuro Govern, pero también acaba con las aspiraciones de Pedro Sánchez de estabilizar Cataluña para dar continuidad a la legislatura española.

Plano medio de Pere Aragonès y Salvador Illa sentados y dándose la mano

Además del rechazo de ERC está la incompatibilidad entre PSC y Comunes, que complica mucho la vía del tripartito. La intransigencia de los de Ada Colau con el Hard Rock hace muy difícil que puedan aceptar el plan de gobierno de Salvador Illa. De hecho, en el PSC descartan ya incorporar a los Comunes en el gobierno de Barcelona y empiezan a pensar en un gobierno sin los de Jéssica Albiach.

Junto a la incompatibilidad de proyectos entre PSC y En Comú Podem, está el resquemor de ERC hacia los Comunes. Un enfrentamiento que viene de lejos y que se ha acrecentado con el ‘no’ a los presupuestos. Los Comunes tampoco olvidan la obsesión de Esquerra contra Sumar en la última campaña electoral de las generales del 23-J.

El dilema imposible del PSC

Descartado el tripartito, solo quedan dos opciones y las dos están muy condicionadas por la aritmética electoral. La primera opción es un gobierno del PSC con el apoyo de ERC o de Junts en solitario, una opción arriesgada porque comprometería las alianzas del Gobierno de coalición en España. Si Illa opta por Esquerra, Junts podría cobrarse su venganza retirando el apoyo a Sánchez y viceversa, ERC podría romper definitivamente con el PSOE si Illa busca el apoyo de Puigdemont.

Ahora mismo la opción de un gobierno del PSC con el apoyo de Junts parece la menos viable. Junts está intentado recuperar a las bases descontentas con su alianza con el PSOE y hacer presidente a Illa no sería la mejor estrategia para relanzar el proyecto y la figura de Puigdemont. Pero la cosa cambiaría si es Puigdemont y no Illa quien gane las elecciones, lo cual abriría una tercera posibilidad.

Fotomontaje con una imagen de fondo del Parlament y al frente Salvador Illa, Carles Puigdemont y Pere Aragonès

El PSC podría explorar la posibilidad de entronizar a Puigdemont a cambio de que Junts garantice la estabilidad del Gobierno de Pedro Sánchez. Es una opción rocambolesca pero que el PSOE podría aceptar para capear la crisis. El único problema para los socialistas sería la reacción de ERC, que se vería tentada a romper el bloque de investidura en España si queda fuera del gobierno de la Generalitat.

El independentismo busca la unidad

Con el tripartito casi descartado y el PSC atrapado en un dilema imposible, no quedaría más opción que la de la unidad estratégica del independentismo. La salida de Junts del Govern en 2022 abrió una etapa de conflicto con ERC que alejó la posibilidad de la unidad. En las últimas semanas, sin embargo, algo ha cambiado.

El rechazo del PSC por parte de Pere Aragonès y el llamamiento de dirigentes de Junts a un entendimiento con ERC acerca por primera vez en mucho tiempo a los dos partidos. Está claro que ERC y Junts pelearán por la hegemonía del independentismo en esta campaña electoral. Pero después de los comicios podrían buscar un acercamiento siempre que el independentismo sume.

En política todo puede dar un giro y es posible que al final unos y otros se acaben poniendo de acuerdo para salvar sus proyectos. Pero la ruptura de los puentes en el espacio PSC-ERC-Comuns, el enfrentamiento ERC-Junts, y el hecho de que ningún otro bloque se acerque a la mayoría, deja Cataluña al borde del bloqueo político. En este contexto no cabría descartar una repetición electoral.

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