Carles Puigdemont hablando en un micrófono con una bandera catalana de fondo.
POLÍTICA

Carles Puigdemont se inventa una nueva mayoría en el Parlament

El expresidente presenta algunas dificultades para diferenciar entre una mayoría parlamentaria y una mayoría social

El expresidente Puigdemont ha intervenido en un acto del inicio del curso político del Consell de la República, que se ha desarrollado en Verges. Por su parte, el expresidente ha intervenido de manera telemática. En su discurso, ha planteado un análisis muy personal de la realidad en general y de la realidad política en particular.

De entrada, ha avisado al presidente Illa de que no puede gobernar con cuarenta y dos diputados en el Parlament. Así mismo, que no puede hablar en nombre de Cataluña, ni tampoco gobernar contra la mayoría de la población.

Pareciera que el expresidente no ha advertido que, en los sistemas parlamentarios, los presidentes se ponen y se quitan en función de mayorías igualmente parlamentarias. Tiene un claro ejemplo a su alcance. Si Pedro Sánchez es presidente se debe, entre otros, a los votos de Junts.

Pere Aragonès y Josep Rull aplaudiendo a Salvador Illa, presidente de la Generalitat

En cualquier caso, el expresidente Puigdemont ha apelado a la aritmética, aunque sea al precio de referirse a una mayoría virtual, que involucraría desde Vox hasta la CUP y pasando por el PP y Aliança Catalana.

Ciertamente, y en efecto, el PSC no tiene una mayoría parlamentaria absoluta. Aunque esto no ha sido obstáculo para que ERC decidiera olvidarse de la unidad indepe y hacer presidente a Salvador Illa.

Instalarse en el recuerdo

En otro orden de cosas, el líder de Junts continúa exprimiendo el referéndum del 1-O con vocación de épica. 

Ha calificado el acontecimiento del 2017 como una de las “vigas maestras” del independentismo. Sin embargo, a juicio de los abstencionistas - los que llevaron al procesismo a perder la mayoría parlamentaria -, el referéndum del 2017 es precisamente uno de los fracasos maestros del independentismo.

Un hombre calvo sujeta y levanta con las dos manos una urna de las que se usaron para el referéndum del 1 de octubre en Cataluña. Lo hace en medio de una manifestación, rodeado de decenas de personas

Sea como fuere, el expresidente tiene otra opinión y ha pedido instalar el espíritu y la voluntad en aquel recuerdo, frente a aquellos que quieren “pasar página”. De hecho, estos últimos “van muy equivocados”, razona Puigdemont. “El 1-O es una victoria, un activo de país, y una de las grandes fortalezas del movimiento independentista”, ha dicho.

También ha acusado al Govern del presidente de Illa de hacer “propaganda” al decir que el procés se ha acabado. “Saben que no es verdad”, les reprocha el expresidente.

“Tenemos un gobierno desacomplejadamente y militantemente hostil a la independencia de Cataluña”, concluye el expresidente, después de una década de governs desacomplejadamente y militantemente favorables a la independencia de Cataluña.

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