Carles Puigdemont y Jordi Turull vetan a Salvador Illa
Crece la desconfianza entre Junts y el PSC
El independentismo sigue imponiendo sus vetos en las negociaciones por la formación de gobierno en España. Ya vetaron a Meritxell Batet y Miquel Iceta para la presidencia del Congreso. Y ahora apuntan a Salvador Illa, el líder de los socialistas catalanes, en el que Sánchez se apoya para encarrilar el acuerdo con ERC y Junts.
Los partidos independentistas utilizan así su posición de fuerza para pasar viejas facturas. A Meritxell Batet no le perdonaban que se opusiera a la amnistía de 2019, y a Miquel Iceta lo siguen viendo como el valedor del 155 en Cataluña. ¿Por qué ahora quieren vetar a Illa?
Para Puigdemont y Turull, Illa no es de fiar
El secretario general de Junts, Jordi Turull, lo ha explicado muy claramente en su cuenta de X. Acusa a Salvador Illa de “engañar a Junts” con el “pacto de la vergüenza en Barcelona” para “impedir que Trias fuera alcalde”. “Una forma muy extraña”, añade, “de demostrarnos que son de fiar”.
Carles Puigdemont ha secundado las palabras de Turull, y ha afirmado que Salvador Illa “no será nunca un interlocutor válido para generar confianza”. En un mensaje en la red social, el expresident ha hecho referencia a las palabras de Jordi Pujol sobre “evitar la candidez”. Por eso se reafirma en el veto a Illa.
Los postconvergente no le perdonan al secretario general del PSC el pacto con el PP y los Comuns en el ayuntamiento de Barcelona. Junts denuncia una operación desde Madrid para evitar que el independentismo gobernara en la capital catalana. Para ellos, Illa fue clave en todo aquello.
Junts no se fía del PSOE ni del PSC
Tras recibir el encargo del rey de formar gobierno, lo primero que hizo Pedro Sánchez fue llamar a Salvador Illa a Ferraz. Los secretarios generales del PSOE y el PSC tuvieron un fructífero encuentro. La intención era escenificar su unión para afrontar con garantías la recta final de las negociaciones con ERC y Junts.
El papel del socialista catalán no es fácil. Por un lado tiene la misión de ir marcando los límites a los partidos independentistas, y así lo hizo en el debate de política general en el Parlament la semana pasada. El PSC dejó claro que no habrá acuerdo fuera del marco de la Constitución, y que el referéndum llevaba automáticamente a la repetición electoral.
Pero por otro lado, el PSC es indispensable para orientar al PSOE en el enrevesado escenario político catalán. El problema es que Illa es visto por Junts como el ejecutor del maquiavélico plan para dejarlos sin el gobierno de Barcelona. Y ahora advierten de que su protagonismo comprometería el acuerdo de investidura.
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