
El caos desatado por los manteros refleja el fracaso del buenismo en Cataluña
El Top Manta ha sido subvencionado y blanqueado por los poderes públicos y los medios
La Costa Daurada, en Tarragona, se ha convertido en la zona cero de Cataluña de la venta ilegal conocida como el Top Manta. Según el último balance, entre mayo y septiembre de 2024 se intervinieron 43.673 artículos falsificados con un impacto económico de 12 millones de euros. El grueso de la actividad se desarrolla en destinaciones turísticas como Salou y Cambrils, en la costa tarraconense.

El último golpe contra el Top Manta tuvo lugar la semana pasada, precisamente en Salou y su entorno. Los manteros reaccionaron violentamente, cortando las calles y atacando a la policía con piedras y objetos. Aunque lo peor estaba por llegar.
Este lunes, un mantero apuñaló gravemente a un basurero en Cambrils, al parecer porque le molestó que limpiara las hojas del suelo con un soplador. Esto enciende las alarmas sobre la problemática del Top Manta. El caos desatado estos días muestra que los manteros se han hecho fuertes en algunas localidades, donde incluso desafían a la autoridad plantando cara a la policía.
Lo grave de todo esto es que días antes la izquierda radical volvió a hacer gala de su buenismo apoyando nuevamente la venta ambulante. Fue en la primera carrera antirracista organizada en Barcelona por el top manta.
Mafias y explotación de personas
El buenismo lleva años dominando el debate público en Cataluña en cuestiones como la ocupación y la venta ilegal. Defienden estas actividades amparándose en la vulnerabilidad de los colectivos. Pero al hacer generan espacio de impunidad para la delincuencia, que acaban legitimando todo tipo de delincuencia.
Con la ocupación, se ha demostrado que muchas veces funciona como puerta de entrada del tráfico de droga en barrios empobrecidos. Esto acaba siendo foco de delincuencia y conflictos de convivencia.
En cuanto a los manteros, el buenismo también ha blanqueado una actividad que perjudica a los comerciantes y favorece la explotación de personas. Como se ha demostrado estos días en Salou y Cambrils, esto erosiona la autoridad y legitima la delincuencia. No solo la delincuencia blanda, justificada por la necesidad, sino también delitos más graves.
Ayudas públicas y reconocimiento
En Cataluña la cosa es especialmente grave porque además estos colectivos han recibido ingentes cantidades de dinero público. En Barcelona recibieron más de 1 millón de euros en ayudas durante los años de Ada Colau. Además, figuras reconocidas e instituciones han defendido su causa contribuyendo a su normalización.
En el caso de Salou, la legitimación de la venta ilegal ha favorecido la creación de un ecosistema que incluso desafía la autoridad legal. Estos colectivos se han ido haciendo fuertes hasta creer que pueden funcionar con sus propias reglas al margen de la legalidad.
En el caso de Cambrils se ha manifiestado esta sensación de impunidad de la forma más trágica. Con el agravante para la izquierda buenista de que esta vez ha sido un trabajador quien ha sufrido las consecuencias. Es la consecuencia de años legitimando la ilegalidad mientras se desprecia e incluso se perjudica a quienes trabajan honradamente.
Fracaso del experimento multicultural en Cataluña
También es la evidencia del fracaso del experimento cultural que el buenismo ha alimentado en Cataluña durante años. En este sentido, el top manta no es más que la evidencia de que la inmigración descontrolada conlleva pobreza y frustración. Muchos inmigrantes que llegan no pueden trabajar y tienen que recurrir a actividades ilícitas por necesidad.
Los sucesos de estos días han desatado las críticas en las redes sociales. Son muchos los catalanes que vinculan estos estallidos con el fracaso de las políticas migratoria y de seguridad pública en Cataluña. Algunos alertan también del poder que ha adquirido el colectivo de los manteros, capaz de chantajear y desafiar a los gobiernos locales y la policía.
Esto retrata también a los medios públicos y subvencionados, que abrieron portadas con la carrera antirracista. Pero han pasado por alto los altercados de los manteros y el grave apuñalamiento a un trabajor que lucha por su vida.
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