Los barrios catalanes más pobres votan a Vox
Los barrios más pudientes han optado por el PP, mientras que los jóvenes de clase trabajadora han votado a Vox
El análisis en frío de las elecciones catalanas del 12 de mayo está permitiendo saber algunas cosas interesantes, como la transferencia de voto o el origen de los votantes de los partidos. Si nos fijamos en la derecha, se van confirmando algunas sospechas como que el PP absorbió el voto de Ciudadanos y que Vox arrasó en los barrios más humildes, entre los jóvenes de clase trabajadora.
El director del Centre d’Estudis d’Opinió (CEO), Jordi Muñoz, ya adelantó esta tendencia al hablar del origen del voto de PP y Vox. Según apuntó, en referencia a Vox, “el PP les ha sacado el voto en zonas bienestantes, y en cambio lo han compensado con crecimientos en zonas de rentas bajas (y muy bajas)”.
El periodista Roger Tugas, experto en análisis de datos, ha confirmado la “proletarización del voto de Vox”, aportando tres hechos llamativos. Los de Ignacio Garriga han sido segunda fuerza en los barrios con menos renta, en los barrios con más parados, y en los barrios con menos universitarios.
Según el experto, en las pasadas elecciones consiguieron crecer en los barrios más ricos y en los barrios más pobres. En esta ocasión han perdido los barrios más ricos, pero han crecido en los barrios más humildes.
Esto señala, de entrada, dos cosas. Una, que la campaña de Vox centrada en problemas como la inmigración masiva, la islamización y la inseguridad en los barrios humildes funcionó. Y dos, que la izquierda está perdiendo la batalla por el relato frente a la derecha y que sus propuestas ya no son vistas por las clases trabajadoras como una solución efectiva a sus problemas.
Los jóvenes votan a Vox
Hace una década los jóvenes catalanes precarios preocupados por la falta de futuro votaban a la CUP o a Podemos. La crisis de 2008, el 15-M y la euforia independentista marcó el inicio de un ciclo favorable para la izquierda.
Sin embargo, el descarrilamiento del Procés y el acomodamiento de la nueva izquierda en el poder han cambiado las tornas. Los jóvenes ya no ven a la izquierda independentista y al espacio de Podemos como una solución. Esto es especialmente visible en los barrios más humildes, que son los que están sufriendo diariamente las consecuencias de un cóctel explosivo de inmigración masiva, dificultades económicas e inseguridad.
A ello se le suma otro fenómeno, y es la capacidad de penetración de partidos como Vox en la vida cotidiana de los jóvenes a través de las redes sociales. Se da un fenómeno curioso. Mientras que la izquierda ha conseguido apropiarse del relato (discurso woke hegemónico) a través del control de los medios de comunicación, la derecha ha conseguido escapar a ese control mediante la información libre en plataformas como X o TikTok.
Vox arrasa entre los pobres
Esto es especialmente visible en los barrios más humildes, que son los que están sufriendo diariamente las consecuencias de un cóctel explosivo de inmigración masiva, dificultades económicas e inseguridad. Vox ha sabido mejor que cualquier otro partido vender sus propuestas a esta parte de la población. Por ejemplo, entre las mujeres jóvenes de los barrios humildes de Terrassa, Badalona y L’Hospitalet, que tienen miedo a salir a la calle de noche.
O también entre los jóvenes que están hartos de no llegar a final de mes porque Cataluña tiene los impuestos más altos, y ver cómo se malgastan estos impuestos. Frente a la izquierda, que propone seguir subiendo los impuestos mientras niega problemas como la crisis migratoria o la inseguridad, Vox sí ha conseguido convencer. Lo ha hecho con una campaña efectiva que promete bajar los impuestos, la deportación de los extranjeros multirreincidentes y más mano dura contra la delincuencia para recuperar la seguridad en los barrios.
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