Un ayuntamiento multiplica por 5 el gasto en luces de Navidad tras subir los impuestos
Los ciudadanos estallan contra el gobierno municipal de ERC y PSC
El ayuntamiento de Manresa ha tomado una polémica decisión en plena revuelta contra los impuestos en los municipios de Cataluña. Esta localidad barcelonesa se gastará 100.000 euros en la iluminación navideña. Multiplica así por cinco esta partida, después de haber subido los impuestos a los ciudadanos.
El consistorio aprobó una subida impositiva del 2,5% este 2023, valorada en 1,7 millones más de recaudación. Ahora, el equipo de gobierno de ERC y el PSC anuncia que la partida para las luces de Navidad pasará de 19.000 a 100.000 euros. Una decisión que ha causado indignación en muchos ciudadanos.
En las redes sociales le piden al alcalde que deje de “malgastar el dinero público” e invierta en “tener una ciudad más limpia”. Le recuerdan que “la ciudad se degrada día a día” y se preguntan “cuántas calles se podrían arreglar” con el dinero que se gastarán de más en luces. Un síntoma de lo que se vive en muchos municipios catalanes.
Despilfarro por Navidad
El ayuntamiento ha aprobado un contrato de 100.000 para las luces de Navidad a Ximenez Groups. Se trata de la misma compañía que se encarga de la iluminación de Vigo, famosa en todo el mundo, además de Barcelona y Madrid. También pone las luces navideñas de otras quince localidades catalanas.
En cabeza va Badalona, con 250.000 euros para la iluminación navideña, seguida de Sitges (188.000), Rubí (180.000) y Palafrugell (171.000). A continuación vienen localidades como Viladecans, Reus y Manresa. Estos dos últimos se encuentran en la lista de municipios con polémicas subidas de impuestos.
En la ciudadanía cunde la sensación de que los ayuntamiento suben los impuestos para luego malgastar el dinero. En lugares como Reus e Igualada, los vecinos han salido a la calle para protestar contra el abuso impositivo. El ejemplo de Manresa refleja el malestar con la gestión del dinero de los contribuyentes.
Indignación manresana
El ayuntamiento de Manresa se defiende diciendo que los impuestos subieron por debajo de la inflación, y que las luces de Navidad son un atractivo para la ciudad. Su planteamiento es que esta apuesta beneficiará a los comerciantes y a la economía local. Un argumento que no convence a los manresanos, hartos del abuso.
La gestión del gobierno de Marc Aloy está en duda no solo por el aumento de impuestos sino por otros problemas que atraviesa la ciudad. Por ejemplo, la caída de la renta por persona, la degradación de los barrios, y la inseguridad en las calles. Ahora se suma la polémica de las luces de Navidad, que pocos consideran prioritario.
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